Qué bonitos los postes pintados, pero... ¿en eso gastan la plata de nuestros impuestos? Ya es hora de que pongamos la mira en el cobro de tributos y a qué se destinan. La caja fiscal empezó a engordarse en este año por los impuestos que, por un lado, ingresan por la reforma tributaria y, por otro, por los recursos que obtengan las prefecturas y municipios (y sus empresas) por el cobro de tasas y multas, por el incremento del salario básico a 425 dólares.
Aunque se ha vendido la idea de que quienes más ganan son los que más contribuirán en este 2022 en el impuesto a la renta, la verdad es que el aumento del monto es para quienes trabajan en relación de dependencia y la formalidad, porque para aquellos que no facturan, o solo lo hacen a medias, no habrá cambios sustanciales en sus aportes. Incluso pueden pagar menos o nada al fisco porque siempre encontrarán una forma de evasión. Y contra eso deben estar atentos los ecuatorianos: aunque no se necesiten las facturas, para la deducción de impuestos, hay que pedirlas.
Todos los habitantes de este país debemos estar conscientes de que cada dólar que ingresa a la cuenta del tesoro es dinero de todos los contribuyentes, que pagan IVA, ICE, impuesto a la renta... (la lista es larga) y, por tanto, las autoridades deben rendir cuentas de cómo gastan o invierten esos recursos.
Son recursos públicos que hay que cuidar para que sean bien invertidos en el desarrollo del país, en obras, en la provisión de servicios en realidad necesarios.