El miedo a la COVID-19 está quedando atrás y, con ello, se empuja la reactivación. Gradualmente, por la evolución de la pandemia y el alto nivel de vacunación, muchos países empiezan a levantar las restricciones a la población, entre ellas el uso obligatorio de mascarillas. Ecuador debe mirar de inmediato hacia esa normalidad, más aún después de los últimos feriados en que quedó demostrado, nuevamente, que la voluntad de los ciudadanos puede más que cualquier medida sanitaria que se imponga.

Con menor porcentaje de vacunación que en Ecuador, Brasil, Argentina y Colombia ya levantaron la obligatoriedad del uso de mascarillas en lugares públicos. También lo han hecho 36 estados de Estados Unidos y una decena de países europeos, entre ellos Dinamarca, Francia, Italia, España, Alemania y Reino Unido. Y los niveles de contagios y de muertes no han aumentado porque la enfermedad está volviéndose endémica. Las cifras siguen decayendo y la gran esperanza es que la normalidad vuelva.

Todavía es pronto para conocer si enfrentaremos un rebrote tras el reciente feriado, pero es alentador el pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud acerca de que Europa está en buena posición para controlar la enfermedad por su alta tasa de vacunación. Ojalá ocurra lo mismo en AméricaLatina.

El COE nacional debe empezar a analizar la posibilidad de dejar a los ciudadanos en libertad de decidir si utilizan o no mascarillas en los sitios públicos.