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Opinión
Editorial: Lluvias mortales
Los estragos de la temporada invernal no son un tema nuevo para los ecuatorianos. Con las intensas lluvias que han caído hasta la fecha ha sido más que suficiente para que vuelvan las inundaciones y el sufrimiento de la ciudadanía en general. El clima no da tregua y vuelven a ser los sectores costeros de siempre los primeros en ser golpeados: Guayas (con Durán a la cabeza), Los Ríos y Esmeraldas, por mencionar algunos.
Pero las fuertes lluvias también se han ensañado con la Sierra ecuatoriana, especialmente con Quito, que hoy llora las pérdidas materiales y humanas por el aluvión ocurrido esta semana en el sector de La Gasca, al noroccidente de la ciudad. El Municipio capitalino confirma que el desastre ha ocurrido producto de la acumulación de lluvia, pero muchos ciudadanos no quieren creer que tal desgracia sea producto de la naturaleza y buscan culpables de lo sucedido, como si politizar la tragedia ayudara en algo.
Lo cierto es que frente a la desgracia los ecuatorianos siempre se han unido en una sola voz para extender su mano solidaria, y la ayuda empieza a llegar desde varios puntos del país. Bomberos, brigadas médicas y agentes de control se suman a los grupos de apoyo que son tan necesarios en estos momentos.
Hoy duele más lo ocurrido porque se trata de la capital, pero esta triste realidad se vive en cada invierno, causando dolor y sufrimiento a miles de familias a las que no les queda más que aceptar con resignación los designios de la naturaleza.