Acostumbrados a querer todo “a vaca” o por “izquierda”, los aficionados al fútbol están molestos por el “apagón” que ha sufrido una plataforma ilegal para ver los partidos del torneo ecuatoriano este fin de semana. Este incidente ha sacado a la luz, lamentablemente, la descomposición social en la que está sumida el país. La ‘sapada’ es aplaudida como ejemplo del más bacán.

Optar por medios ilegales afecta negativamente la calidad de las transmisiones deportivas y desvaloriza el trabajo de los profesionales involucrados en esta actividad. Además, puede exponer a los usuarios a riesgos de seguridad y mantener una cultura de ilegalidad que perjudica a toda la industria del entretenimiento.

Son esos mismos hinchas ‘sabidos’ los que, a menudo, se rasgan las vestiduras exigiendo apoyo económico para los clubes por los que simpatizan, pero que prefieren pagar por una plataforma pirata para ver a su equipo en acción en lugar de asistir al estadio o utilizar servicios “por derecha”. Esta contradicción demuestra una falta de compromiso real con el deporte.

El verdadero apoyo al fútbol debe ir más allá de la pasión y reflejar un compromiso con la legalidad y el respeto por el deporte. Los hinchas deben considerar el impacto a largo plazo de sus decisiones y elegir formas responsables y éticas de disfrutar su deporte favorito.