Dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer... ¿Será? Hace más de cinco meses, Santiago Guarderas asumió la Alcaldía de Quito tras desplazar del sillón municipal a Jorge Yunda, en una disputa que más bien pareció tragicomedia.

Entonces, se criticaba a Loro Homero porque había paralizado obras, que pasaba mucho más pendiente de sus problemas con la Justicia y que había descuidado a la ciudad. Tambiénse ofrecía un mejor porvenir para la capital ecuatoriana. Pero no. El sentir de los quiteños no ha cambiado. Incluso ha decaído.

Las calles siguen llenas de baches, huecos que martillan y dañan las llantas de los autos; la proliferación de ventas ambulantes no ha parado; el tráfico y los líos con el transporte urbano se mantienen, aun cuando las tarifas de algunas operadoras ya subieron; además de que el aluvión de La Gasca y La Comuna atizó, todavía más, el fastidio por las autoridades.

En cuanto a las empresas municipales, parece que el orden no ha llegado aún, luego del cambio de autoridades que hizo Guarderas. Muchos viven con el pasado que los atormenta:Yunda. “Es que él no hizo aquello, es que él no fiscalizó, es que él... es que él...”.

Mientras tanto, el actual alcalde, al que le quedan unos 11 meses frente a la Carita de Dios, publica en Twitter que ha inaugurado la piscina y parque recreativo de Pifo, que se reúne con los representantes de las ligas barriales, que entregó luminarias en Chilibulo... ¡Despierte, señor Guarderas! Aún está a tiempo de que lo recuerden por una buena gestión y no por cómo llegó.