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Opinión
Editorial: Con el corazón en Lima
Nos podemos quejar, cuestionar, insultar y hasta decepcionar cada vez que hay un fracaso en el fútbol ecuatoriano. Entonces miramos hacia otros deportes, cosa lógica, para buscar refugiarnos en el éxito.
Y es ahí cuando surgen las hazañas de Richard Carapaz en el ciclismo, las glorias de Neisi Dajomes y Tamara Salazar en la halterofilia, o el viejo recuerdo de Jefferson Pérez y la primera medalla olímpica para nuestro país. Y no está mal hacerlo, al contrario, hay que apuntalar estos deportes... pero hay que admitirlo como se debe: Ecuador respira fútbol.
Por eso, esta noche, el corazón de millones de ecuatorianos estará en Lima, cuando la selección nacional de fútbol se enfrente a su similar de Perú, en el partido que podría definir el pase de la Tricolor a su cuarto Mundial en la historia.
Serán 90 minutos de sufrimiento, de estar pegados a la TV atentos a cómo nuestros muchachos le meten ‘ñeque’ a cada jugada para cumplir con su misión, la de volver a estar en un Mundial. La juventud de nuestros ‘pelados’ combinada con la experiencia de los seleccionados con mayor recorrido le dan a la Tri una personalidad diferente, arrolladora, sin miedo a las adversidades. Eso hace que la fe de la hinchada esté intacta.
Y como un país amante de los deportes, en lugar de comparar los éxitos de unos y otros, que se transmita más bien esa vibra triunfadora de Carapaz, Dajomes, Salazar, Pérez y muchos más en el fútbol. Porque el país entero estará con el corazón en Lima.