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Opinión

Editorial: Sin carnet no pasas

Vacunarse o no contra la COVID-19 es, sin duda, una decisión que va más allá de cada persona. Si alguien no desea inocularse está en su derecho, pero ¿y el derecho de toda una comunidad, dónde queda? Lógicamente, el bienestar de toda una sociedad es superior y es mandante. Aquí no cabe duda alguna.

Y es que si bien es cierto hasta hace poco la inoculación no era obligatoria, ya se está restringiendo de cierta manera la circulación de las personas al ser requisito presentar el carnet de vacunación para entrar a ciertos lugares públicos, como centros comerciales y supermercados. A muchos no les gusta esta disposición, ya que piensan que el querer vacunarse o no debe ser respetado por las autoridades y esta decisión limita su libertad.

Están también los que creen que esta nueva exigencia es acertada. El que no se ha vacunado, que se quede en su casa entonces, dicen algunos, que cuestionan que a dos años del inicio de la pandemia, muchos toman este virus aún a la ligera. Pero lo que hay que tener claro es que esto va más allá de una disposición, pues se requiere de voluntad de todos:al salir a las calles, el evitar nuevamente y hasta segunda orden reuniones masivas, por el bien suyo y el de sus familias.

El mundo necesita volver a reactivarse, no necesitamos más muertos o contagiados por este bicho. Y mientras más personas vacunadas haya en el mundo, más cerca estaremos de haberle ganado la batalla al coronavirus.