Después del desenfreno en las compras y las fiestas, con la bahía y centros comerciales llenos, y con reuniones y ‘chupizas’ por todos lados, viene el lamento. Es que si bien es cierto la nueva variante ómicron no es tan letal como las otras cepas del coronavirus, el incremento de contagios obliga a las autoridades a dictar nuevas medidas para evitar que el sistema hospitalario del país colapse, como sucedió a inicios de la pandemia. Y es que ya incluso existe una escasez de pruebas de antígeno, según ha indicado el Ministerio de Salud Pública.

Entre las nuevas medidas está la reducción del personal presencial en las instituciones públicas a un 50 %, lo que afecta en cadena a muchos, incluyendo a los negocios que se hallan cerca de las instituciones públicas y ven reducidas sus ventas, ya que sus principales clientes son los empleados de estas entidades y quienes acuden a las mismas en busca de atención.

Otro problema que se origina es la aglomeración, fuera de los dispensarios del Seguro Social, de personas que necesitan un certificado médico para justificar su ausencia en su trabajo por estar con COVID, aunque el IESS ya precisó que dichas validaciones se pueden realizar en la página web de la entidad, siempre que el reposo sea de uno a tres días.

El miedo es tal que ayer el COE Cantonal de Guayaquil exhortó al Comité de Operaciones de Emergencia Nacional a evaluar “la pertinencia de un estado de excepción” en esta ciudad.