Quienes trabajan de sol a sol para que los alimentos lleguen a nuestra mesa, los agricultores, sienten que sus peticiones no han sido aún escuchadas y que los han abandonado. Por este motivo esperan que el Gobierno, que ya se ha acomodado en estos meses que tiene de mandato, reciban esa ayuda que tanto necesitan.

Entre los sectores más golpeados están los arroceros, cacaoteros y bananeros, aunque si bien los créditos anunciados por el presidente Guillermo Lasso al 1 por ciento y con plazo a 30 años son una inyección de ayuda importante, esta solo es una de las varias promesas que les hicieron. Hace meses los agricultores levantaron su voz de protesta con el cierre de vías y no quieren que la historia se repita, manifiestan que lo único que desean es trabajar, pero en una cancha justa.

A los trabajadores del campo les ha afectado el alto costo de los insumos de producción y el descontrol en los precios de sus productos. Se necesita un control estricto del Gobierno sobre piladoras e intermediarios, ya que mientras el arrocero vende un saco en 18 dólares, el intermediario lo puede llegar a vender en $ 30,00 o hasta más.

Este 2022 recién comienza, y la agricultura espera ser uno de los sectores que pueda recibir toda la ayuda necesaria. Tarea urgente: frenar la especulación y mejorar la política agropecuaria. De aquí sale nuestro alimento, pilas.