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Opinión
Editorial: Alegrías y decepciones pos-Olimpiadas
Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 (realizados en este 2021 por la pandemia) dejaron muchos sinsabores luego de la participación de los 48 deportistas ecuatorianos en las diferentes disciplinas deportivas. Por los resultados obtenidos (dos medallas de oro, una de plata y cuatro diplomas), hasta ahora ha sido la mejor presentación que ha tenido Ecuador en la historia de las Olimpiadas.
La primera presea de estos Juegos, obtenida por Richard Carapaz, desató la alegría de millones de ecuatorianos, pero a su vez destapó una ‘olla’ de irregularidades y denuncias que afectaban directamente la administración del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE).
Los deportistas reclamaron por falta de equipos nuevos y de apoyo económico, ausencia de fisioterapeutas o entrenadores en Tokio, la presencia de personas que no tienen nada que ver con la competencia, entre otros factores. Estas declaraciones, en su mayoría, se dieron luego de la participación de cada deportista.
El pasado 13 de agosto, el representante del COE, Augusto Morán, rindió su versión y dio detalles de toda su gestión antes, durante y después de los Juegos Olímpicos. Se ‘lavó las manos’ ante las acusaciones y se defendió alegando que había recibido un presupuesto que no correspondía. Indicó también que todos los deportistas tuvieron a las órdenes el personal necesario y que no existieron ‘maletas viajeras’.
Se espera que con la llegada del nuevo Gobierno y su representante en el Ministerio del Deporte, se le dé mayor importancia a nuestros deportistas, no solo durante competencias oficiales, sino durante toda su formación.