Entre tanta crisis, violencia, pandemia  corrupción, nos desayunamos con la noticia de que más de 1 millón de galletas y 400.000 coladas caducados desde el 2017 fueron encontrados en unos galpones en la ciudad de Riobamba, los mismos que estaban destinados para el Programa de Alimentación Escolar que lleva a cabo el Ministerio de Educación para las escuelas fiscales del país.

Al parecer a alguien se le pasó por alto que este importante cargamento de alimentos con el tiempo podría caducar. Estos productos debieron ser entregados en su defecto a los padres de familias, los mismos que caían como agua en el desierto en tiempos para familias de escasos recursos, que siempre se les complica conseguir comida para sus hogares.

Solo en nuestro lindo Ecuador podría ocurrir esto, un verdadero país de ripley, mientras en tiempos de pandemia familias enteras no podían conseguir un pan para poder alimentarse, aquí nuestras autoridades dejaban podrir, desde el 2017, en bodegas lo que pudo haber calmado el hambre de hogares enteros, aunque sea en algo. Hay un dicho que dice que toda ayuda es buena, pero quien lo inventó no contaba con las cosas que suceden en nuestro país, producto de descuidos ingenuos de nuestras autoridades o a lo mejor un acto de corrupción. Ya veremos a quién se le pasará factura de esto.