Este 2 de marzo se cumplen dos meses del crimen de Paola Ortega y su familia no halla consuelo ante esta desgracia. “Lo único que podría, en algo, calmar esta situación es que se haga justicia”, asevera Adriana Ortega, hermana de la joven asesinada dentro de su camioneta, el pasado 2 de enero, en Sangolquí, cantón Rumiñahui.

Esa fecha, Paola fue con su esposo Diego Navarrete a comprar hamburguesas. Él fue al restaurante y en ese momento aparecieron dos tipos que apuñalaron a la víctima, quien se encontraba en el carro.

“Luego de dos semanas del hecho descubrimos que él (Navarrete) hizo un depósito de dos mil dólares a uno de los criminales”, indicó Adriana. Pero lo que más indigna a los parientes de la fallecida es que ese pago lo habría realizado en el instante en el que Paola agonizaba.

Esta nueva prueba la hicieron pública y la presentarán a la Fiscalía, acotó la hermana de la chica que recibió las puñaladas principalmente en su cuello.

A días de la audiencia

Por el delito, Navarrete fue detenido y actualmente está con prisión preventiva. La razón para su aprehensión fueron inconsistencias en sus versiones, según la Fiscalía.

“Esto no debe quedar impune, porque este hombre nos destrozó la vida”, afirmó Adriana, quien encabezará una marcha este 8 de marzo en honor a su ñaña.

La pariente dijo que no saben el motivo por el que Navarrete habría planeado el femicidio. “Posiblemente fue por ambición, pero aún así no debió actuar de esa forma”, lamentó el ser querido de Paola, quien era madre de dos menores de edad.