La trágica y dolorosa escena con la que una madre se encontró la mañana del viernes 25 de noviembre de 2022 no solo dejó aterrorizada a ella, sino también a su barriada. Sus hijas, de 4 y 7 años, habían sido degolladas sobre la misma cama en la que ella las había dejado dormidas minutos antes.

La progenitora había salido de casa para llevar a la escuela a la hermana mayor de las víctimas, quien tendría unos 9 años, y a su bebé, de meses, en la casa de una vecina. “No se demoró mucho. Fue y vino. Nos sorprendimos cuando salió corriendo y gritando: ¡mataron a mis hijas! ¡auxilio!”, recordó un lugareño.

La misma madre también se habría comunicado con el 911 para informar del crimen cometido en contra de sus niñas. La señora estaba devastada. No paraba de gritar y llorar mientras algunos allegados buscaban la forma de consolarla, dentro de su casa, ubicada en la división de las cooperativas Balerio Estacio y Janeth Toral, en el noroeste de Guayaquil.

Algo que llamaba la atención de los lugareños es que en el sector los perros siempre ladran cuando notan la presencia de una persona desconocida, pero esta vez eso no sucedió. “Se quedaron callados. A esa hora, más o menos a las 07:00, todos hubiéramos escuchado o incluso notado algo, pero no fue así. ¿Será que algún conocido las mató? Ojalá se investigue bien”, comentó un residente.

Otros moradores mencionaban que en la zona habita un sujeto peligroso que hasta poco tiempo habría estado en prisión. Les parecía extraño que, tras el suceso, no lo vieran dar vueltas por las polvorosas calles del cerro en el que ocurrió la desgracia.

Una amiga de la familia afectada detalló que el crimen se habría cometido con un picahielo y que, al parecer, los pantalones de las pequeñas no estaban a la altura correcta. Sin embargo, estos detalles de la escena no fueron proporcionados por los investigadores.

El jefe zonal de Criminalística, coronel Carlos Perugachi, explicó que en el sitio se recogerían, entre otros, indicios biológicos que serán sometidos a diferentes tipos de pruebas, entre esos una genética, para determinar la identidad de uno o varios involucrados.

Además, precisó que en el Laboratorio de Ciencias Forenses se comprobará la causa de muerte, porque aún no se había verificado si los cortes en el cuelo fueron realizados antes o después de la muerte de las niñas.

Henry Herrera, jefe zonal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), al consultarle si las víctimas tenían rastros de agresión sexual, señaló que “eso iremos a confirmar una vez que estemos en el laboratorio. En este momento estamos realizando los protocolos necesarios”.

Barriada consternada

Una vecina, entre sollozos, lamentó la muerte de las niñas. Rememoró que eran niñas tranquilas y que tenían muy buena relación con los vecinos. “Aquí somos muy unidos... Hoy (el día del crimen) cumplió los 7 años una de ellas”.

El papá

El padre de las niñas se enteró del suceso luego de recibir la llamada de la madre. Sus vecinos contaron que él trabaja en una empresa, en un turno nocturno, y que se encontraba cumpliendo sus labores cuando ocurrió el doble crimen. (SCM)