A Francisco Miguel Altamirano Solórzano la muerte lo sorprendió en la puerta de su hogar, a sus 69 años, en la cooperativa 5 de Diciembre, de la parroquia Pascuales, en Guayaquil.

Según los vecinos, quienes lo conocían como Panchito, dos sujetos a bordo de una motocicleta aguardaron hasta su salida para descargarle seis ‘pepazos’: uno de estos tiros lo impactó en la boca.

El hecho se suscitó aproximadamente a las 06:30 del martes 27 de septiembre de 2022. Los allegados se contactaron con los entes de emergencia, para que enviaran ayuda, pero al ver que no llegaba alguna ambulancia, decidieron pedir ayuda a una persona particular, para llevar a la víctima a un hospital.

Sin embargo, cuando iban en camino a un centro médico, se encontraron con los paramédicos que arribaban en un vehículo de emergencia. En consecuencia, revisaron sus signos vitales y confirmaron que su corazón había dejado de latir.

Con la noticia de su deceso, los parientes regresaron a la vivienda del adulto mayor e ingresaron el cadáver a la casa. No obstante, el cuerpo fue retirado por la Policía Nacional, para su trasladado al Laboratorio de Criminalística.

En el sitio, una mujer que se identificó como exconviviente relató que el hombre no registraba antecedentes penales y que su único ‘delito’ fue ser mujeriego, porque su mal fueron “solo las amantes. Ahí nomás”.

El jefe distrital de la Policía, coronel Víctor Molina, descartó que se tratara de un robo y sostuvo que el caso podría tener relación con el microtráfico, sin precisar más detalles.

En los registros de la Judicatura consta un proceso en contra de Altamirano, por tráfico de drogas. Además, se revela que cuatro días antes del crimen, el 23 de septiembre, fue llamado a juicio, pero se mantenía sin prisión: tenía prohibido salir del país y debía presentarse ante las autoridades cada quince días.

Bajo 'doble vigilancia'

En los registros de la Función Judicial, en el caso que se llevaba en su contra, se detalla que Francisco Altamirano fue presuntamente captado por agentes que realizaban vigilancia en su inmueble. Ahí, lo habrían atrapado cuando en el sitio supuestamente se vendían dosis de droga.

Pero los criminales también lo habrían tenido bajo la mira, porque un lugareño contó que sujetos en moto ya rondaban, el día anterior, la casa de la víctima. Los lugareños sospechaban que tal vez lo estaban ‘cazando’.

CRÓNICA ROJA: OTROS CASOS

Buscan identificar a un joven baleado

Un hombre fue asesinado a tiros y abandonado en la ciudadela Las Orquídeas, del noroeste de Guayaquil, la noche del lunes 26 de septiembre. El afectado, quien a decir de fuentes policiales habría tenido unos 25 años, no estaba identificado. Su cuerpo fue llevado al Laboratorio de Criminalística.

Chamo sobrevivió al ataque de delincuentes

Los disparos que un hombre venezolano recibió no terminaron con su vida, pues tuvo la oportunidad de caminar hasta los primeros kilómetros de la vía Durán-Tambo y pedir ayuda, para que lo llevaran a un hospital. Ocurrió la mañana del martes 27 de septiembre y, hasta el cierre de esta edición, permanecía bajo observación médica.

Le descargaron cuatro ‘pepazos’

Un ataque a tiros alarmó a los habitantes de las calles 28 y Maracaibo, del suburbio de Guayaquil, cerca de las 00:00 del 27 de septiembre. Ahí, unos criminales ejecutaron al menos cuatro disparos en contra de un lugareño, según fuentes policiales. En la escena, los peritos recogieron indicios de calibre 9 milímetros. (SCM)