El asesinato del policía Jorge Luis Bermeo Gudiño, en el chongo Las Palmitas, en Quinindé, provincia de Esmeraldas, sigue al rojo vivo. Dos de los cuatro sospechosos detenidos han perdido la vida en circunstancias que aún no quedan claras.

De los arrestados tras el enfrentamiento, Pedro Fernando Loor Gorozabel fue encontrado muerto en la celda donde esperaba la audiencia de formulación de cargos. Otro implicado, Enrique Josué Cuzme Moreira, falleció en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas.

La muerte de Cuzme fue reportada a las 09:05 de este viernes 2 de septiembre por los agentes que lo custodiaban en la casa de salud a donde lo trasladaron la madrugada del jueves.

Según el diagnóstico médico, el detenido tenía un trauma abdominal severo por disparo de arma de fuego. Su muerte fue por paro cardíaco, según el informe médico.

Freddy Sarzoza, comandante nacional de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased), indicó que Cuzme fue quien disparó al subteniente Bermeo cuando él y otros tres policías que llegaron al chongo se aprestaban a revisarlos.

Uno de los individuos disparó a Bermeo y los otros uniformados repelieron el ataque. En el enfrentamiento resultó herido otro agente.

Prisión preventiva

La audiencia de formulación de cargos por la muerte del policía se realizó a las 20:45 del jueves en la Unidad Judicial de Quinindé. Allí la jueza Betsy Solís procesó y dictó prisión preventiva para tres de los aprehendidos.

La Fiscalía incluyó en esta causa a Pedro Fernando Loor Gorozabel, pese a que horas antes fue encontrado muerto en la celda.

La jueza había ordenado que el implicado Enrique Cuzme permanezca en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas hasta que fuera dado de alta, pero este murió la mañana de este viernes.

Los otros dos sospechosos, Jordán Joel Saldarriaga Guaján y José Junior Bailón Napa, fueron trasladados a la cárcel de Esmeraldas la noche del jueves, al finalizar la audiencia de formulación de cargos.