“Nos vemos allá” fue lo último que Elvis Pisco Montoya le dijo a su primo José Zambrano, después de encontrarse la tarde del domingo 8 de mayo en una gasolinera de Babahoyo, provincia de Los Ríos, y antes de accidentarse en una vía cercana. Allí el servidor policial, en el grado de sargento segundo, quien salió aproximadamente a las 13:00 del Día de la Madre desde Guayaquil, hizo una parada para retirar de un cajero automático los 100 dólares que le daría de obsequio a su ‘mamita’, quien habita en el recinto Chojampe de la parroquia Puerto Pechiche, perteneciente al cantón Puebloviejo. 

“Él me dijo que vaya donde los papás y acordamos que yo iría después de asistir al velorio de un amigo. Entonces ahí, a las 18:00, se despidió y me dijo que allá nos veíamos, pero al poco tiempo fui yo el que se encontró con el accidente de regreso a casa”, expresó el pariente. 

Zambrano relató que iba en su vehículo por el tramo San Juan - Puebloviejo, cuando vio un vehículo color negro completamente destruido en la cuneta. Inmediatamente pensó en su primo y decidió ir a verificar la marca del automóvil. Al ver bien las características del carro se dio cuenta de que era Elvis y de inmediato dio aviso a sus familiares. 

Paralelamente, los organismos de socorro usaron herramientas hidráulicas para retirar el cadáver, que fue llevado a la morgue de Babahoyo. 

Según las primeras indagaciones, el accidente se produjo después del impacto contra un bus de la cooperativa de Transporte Esmeraldas, el mismo que fue retenido por agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). 

Con el paso de las horas, la triste noticia llegó a oídos de Benita Montoya, progenitora del difunto, quien además estuvo al cuidado del hijo de Elvis, su nieto, a quien también el sargento iba a recoger para regresarlo a Guayaquil.

El sargento prestaba sus servicios en Naranjal, pero residía con su esposa y sus tres hijos en la urbe porteña; sin embargo, su velatorio se llevó a cabo en la localidad de origen de su familia.