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Camila Salcedo ya ha tatuado a más de 50 personas en sus partes íntimas.Juan Faustos

Tatuajes íntimos en Guayaquil: Las anécdotas de una tatuadora venezolana

Camila Salcedo, tatuadora en Guayaquil, comparte sus experiencias tatuando zonas íntimas y revela los desafíos y anécdotas que ha vivido

Camila Salcedo se vistió con ropa cómoda y recogió su cabello. Imprimió la plantilla del dibujo y preparó su máquina de tatuar con agujas y cubiertas, la tinta en pequeños vasos de plástico y los guantes quirúrgicos, los cuales dejó sobre su mesa de trabajo. Luego encendió las lámparas de su estudio.

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La tatuadora venezolana, radicada en Guayaquil desde 2021, estaba lista para recibir a una guayaquileña de unos 25 años que quería estampar con tinta, en su zona íntima, un colorido girasol. Era la primera clienta que le planteaba el desafío de tatuar una vagina.

Han pasado aproximadamente cuatro años desde esa experiencia, y hasta ahora, Camila ha realizado más de 50 tatuajes en las vaginas de sus clientas.

El primer girasol: Un desafío inesperado

Sin embargo, Camila nunca olvidará su primera vez en este peculiar trabajo, porque aquella joven con la que se estrenó en los tatuajes íntimos tenía mal olor y tampoco se había rasurado los vellos de su zona V (vulva y monte de Venus).

“Era la primera vez que realizaba un tatuaje en una vagina y nunca pensé en el tema de la higiene. Luego de conversar sobre el tatuaje que quería y de que eligió un modelo, ella se quitó el pantalón y la ropa interior, se subió a la silla y abrió sus piernas. En ese momento me impresionó su mal olor y el abundante vello”, recordó.

Para no avergonzar a su clienta, de manera sutil le indicó que debía depilarse por completo e higienizar la zona, ya que podría sufrir una fuerte infección. Por eso, la mandó a comprar una rasuradora y un jabón, y le prestó su baño para que pudiera prepararse.

Camila destaca que las mujeres son más valientes y aguantan el dolor de realizarse un tatuaje en las ‘cositas’Juan Faustos

“Le di una explicación para que no se sintiera atacada, porque en serio olía feo. Esta experiencia me sirvió para establecer mis requisitos: que lleguen rasurados y limpios, sin importar que sean hombres o mujeres, porque yo soy tatuadora, no esteticista. Por un acto de sororidad, pensé que ella llegaría limpia, pero no fue así”, explicó.

A pesar de que la joven ya se había higienizado, Camila igual se colocó una mascarilla, ya que debía estar a centímetros de su ‘cosita’ para hacerle el girasol de 10 centímetros. El tallo de la planta tenía que salir de sus labios vaginales y terminar en el monte de Venus.

¿Placer o dolor? La verdad sobre los tatuajes íntimos

Camila tardó más de una hora en realizar aquel trabajo, cuando uno de ese tamaño en un brazo o pierna suele tomarle menos de treinta minutos. Y es que su clienta, a pesar de que no demostró dolor, no dejaba de moverse.

“Las personas piensan que se siente placer e incluso pueden llegar a tener un orgasmo, pero eso es un mito absurdo, porque en realidad lo que sienten es dolor, un dolor como si te estuvieran lijando la piel. Así que es imposible que sientan excitación alguna por tatuarse en la zona íntima”, manifestó.

Hombres "flojos" y sus tatuajes fallidos

Asimismo, Camila también ha tenido clientes varones, con quienes se ha demorado más tiempo en tatuarlos, e incluso algunos han terminado desmayados por el insoportable dolor.

En 2023, recibió a un guayaquileño de unos 20 años que llegó con la idea de tatuarse el hongo rojo del videojuego de Mario Bros en la base de su pene, para que este creciera cuando tuviera una erección. Pero, por el dolor, el dibujo quedó en boceto.

“Le dije que iba a sentir mucho dolor si se tatuaba en todo el pene, pero me dijo que era ‘bien varón’ y que no le dolería. El tatuaje era de cinco centímetros y lo quería a color, pero desde la primera línea que le hice ya se estaba arrepintiendo. Empezó a sufrir y me decía que sentía que lo estaban mutilando”.

Camila realiza tatuajes en zonas íntimas desde 2021.Juan Faustos

En pleno trabajo, el cliente se desmayó por unos minutos. Cuando recuperó el conocimiento, le pidió a Camila que dejara el tatuaje en blanco y negro, que ya no quería que se lo rellenara con color. “Se hizo el machito, pero no resistió al final y se fue con su dibujo incompleto”, recuerda.

Pero él no ha sido el único ‘macho’ que ha intentado llenar de tinta su órgano viril en el local de Camila. “Me llegó otro cliente más ‘loco’, que quería un Gokú parado en todo su pene, pero solo alcancé a hacerle tres líneas, porque no aguantó el dolor. Prefirió levantarse e irse, no le importó que solo le quedaran las tres líneas”, contó la venezolana entre risas.

El éxito en Telegram y los fetichistas

Durante sus inicios en el arte de la tinta y las agujas, los clientes no abundaban, ya que no difundía de forma masiva su trabajo. Por esta razón, aprovechando que tiene más de 50 tatuajes en su cuerpo, empezó a tomarse fotos sensuales en las que muestra sus dibujos y las comercializó a través de la red social Telegram.

“Empecé a tener más clientes desde que vendo fotos sensuales mostrando mis tatuajes. A mis seguidores les gusta ver cómo se ve mi cuerpo con ellos. Y, al ver que me quedan bien, muchos se terminan animando a hacerse un tatuaje conmigo y me contratan”.

Pese a que en la descripción de su cuenta de Telegram explica que no es prepago, que no hace encuentros sexuales y que no vende contenido explícito, Camila dice que algunos clientes le han ofrecido dinero para cumplir sus fetiches relacionados con los tatuajes.

“Una vez, un chico me ofreció doscientos dólares para que tuviéramos relaciones. Quería que yo me le pusiera encima y, mientras me estaba moviendo, que le tatuara el pecho. No le importaba que le quedara un garabato, él quería sentir el dolor del tatuaje y el placer del sexo juntos”.

Camila se considera una artista a la que le gusta plasmar con tatuajes los deseos de las personas. Y aunque le lleguen clientes con mal olor o que pretendan tener sexo con ella, seguirá siendo tatuadora porque en Ecuador es rentable, ya que por uno de cinco centímetros puede cobrar hasta 50 dólares.

Sufrió con su tatuaje

Becky Holt, modelo británica en OnlyFans, se tatuó su zona íntima y reveló que sufrió mucho debido al dolor. Además, comentó que su recuperación duró casi dos meses, tiempo en el que tuvo que mantener reposo para evitar infecciones. Incluso, no pudo tener relaciones sexuales. “No estoy segura de cuántas personas en el mundo tienen este tatuaje, pero imagino que soy una de muy pocas”, afirmó.

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