Su secreto para evitar estar en las páginas o programas de farándula por una polémica es no decir ni ‘pío’ de su vida privada. El actor ecuatoriano Roberto Manrique cree que el público lo conoce por sus acciones y no por lo que hace ‘puertas adentro’.

Para él, lo más revelador que ha realizado y que sus seguidores lo pueden ver a través de la página web juntosxlatierra.com, fue embarcarse en una travesía, sin dinero y equipo de filmación, por 6.986 kilómetros por Ecuador, Perú y Chile, durante 28 días en 2019.

Este es un programa de aventura en el que el participante, en este caso Roberto, ‘paga’ con árboles para reforestar. Su estreno fue ayer.

¿No le agrada el escándalo de la farándula o qué hace para evitarlo?

No buscarlo. Nunca lo vi como un camino de proyección, que creo es algo frecuente para estar en el momento. No es algo que me interesa y no me atrae. Hay que desarrollar una habilidad para no caer, porque te ‘pican’ la lengua para ver si dices algo.

¿Es así cuando tocan su vida o temas íntimos?

Mi vida personal no es el tema a tratar en una entrevista. He manejado mi vida personal muy íntima. Las relaciones son bien jodidas en la vida real y sin prensa, entonces ¿por qué le vamos a poner ese peso extra?

¿Y si le preguntan por una pareja?

Lo único que diré es que nunca tuve una relación con alguien de la pantalla para que llame la atención. Siempre se procura tener cosas positivas para decir en cada entrevista. Por ejemplo, si vengo a contar de mi proyecto y me preguntan sobre mi intimidad, no te voy a decir qué posición sexual me gusta.

¿Pero en el programa revela todas su vivencias reales por ese viaje?

Sin duda. Emprendí mi viaje de 28 días con destino a Chile, sin dinero, sin equipo de filmación y solo con la promesa de pagar en árboles el apoyo ofrecido por las personas que me encontraba en el trayecto. Ellos me brindaban alojamiento, comida y movilización.

¿Quizá llegó a sentir un poco de temor al estar solo?

Lo tuve al arrancar el recorrido. Estuve nervioso hasta el último minuto, antes de arrancar en la montaña de Catequilla y en el instante en que terminamos la ceremonia (ritual chamánico) de inicio le entregué mi billetera a mi mamá. Todos se fueron, me quedé solo en la montaña y en ese instante, el miedo desapareció.

¿El físico lo mantuvo caminando?

No podía entrenar. Todo fue debido a las largas caminatas y el pesado equipaje que cargaba. Incluso, me preparé bastante tiempo practicando yoga, pero en el viaje solo la hice dos veces.

¿Qué peripecias pasó en el viaje?

Fue muy incómodo. Hubo ratos en los que no comía hasta la tarde, pero no era tan difícil porque hacía ayunos intermitentes. Para mí, algo fundamental era el café y me costaba mucho no tenerlo. Hubo una ocasión que fue muy desagradable para mí. No pude bañarme en casi 48 horas.

Y después de toda esa aventura tiene una deuda...

Llegué a Santiago de Chile a pagar mi ‘deuda’ que era una megarreforestación, pero por las manifestaciones se canceló este propósito. Debía 33.494 árboles. Entonces, como mi propuesta quedó pendiente, pensé en la serie web ‘Juntos por la Tierra’.