La actuación, los negocios y las cocinas los mantienen unidos. Los actores Martín Calle y Cecilia Cascante, antes de iniciar su relación sentimental, fueron amigos durante muchos años. Esto les permitió entenderse a la perfección, al punto de que hoy no tienen problemas para combinar sus diversas responsabilidades y pasar la mayor parte del tiempo juntos, ya sea trabajando o simplemente como pareja.

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Desde junio del año pasado, tenían en mente abrir un restaurante, pero ella tuvo la oportunidad de ser parte de la novela ‘Los García’ y él de viajar a Colombia para grabar ‘MasterChef Celebrity Ecuador 2’. Por eso, abrieron en diciembre y recién ahora pudieron hacer el lanzamiento oficial de este emprendimiento ubicado en La Joya, en Daule.

Recalcan que la idea no nació porque ambos participaron en un reality de cocina, aunque admiten que han puesto en práctica los conocimientos aprendidos para guiar al chef, ya que ellos, en realidad, no son los encargados de cocinar. Aseguran que preparar carnes y moros, la especialidad del lugar, no es nada fácil, por lo que prefieren dejarlo en manos del experto.

Eso es algo que aprendió Cecilia: a delegar. Ella no es nueva en los negocios, pues hace 10 años abrió un centro de belleza junto a su colega Krysthel Chuchuca, quien ahora también se dedica a las tiendas de moda.

¿Qué tan buena es la sazón de estos actores?

Martín (M): No, a ver, zapatero a tu zapato. La sazón es en las tablas, en lo mío. Pero siempre, como le he dicho a mi esposa, cada vez que hay una oportunidad de tener un emprendimiento o de meternos en un negocio, lo hacemos. Creemos en lo que hacemos con cariño, así como ponemos pasión en nuestra profesión.

¿Qué tan difícil es combinar el matrimonio, los negocios y la actuación?

Cecilia (C): Creo que nosotros hemos tenido la bendición de haber trabajado juntos y de ser amigos mucho antes de ser pareja. Entonces, nos conocemos tanto y siempre hemos tenido una excelente comunicación, que creo que eso nos ayuda en el día a día. Cuando me dicen: ‘Oye, pero pasar tantas horas con tu esposo, ¿no te aburre? ¿No se pelean?’ Y créanme que nunca me pasa eso. Podemos tener diferencias en la manera de pensar, y eso es lógico porque somos seres humanos distintos, pero siempre con la comunicación se llega a un consenso. Nos ha ido súper bien.

¿Cuál es la especialidad de cada uno y qué es lo que más les gusta?

(C): Me gusta cómo preparo el ceviche, pero a él le gusta cómo hago el seco de chancho. Aunque en MasterChef no me quedó bien, después de eso no lo he vuelto a hacer, tendré que buscar perfeccionarlo.

(M): Me gusta hacer costillitas, pero de los dos, quien cocina bien es mi esposa. En realidad, quien cocina rico es ella, y me tiene enamorado así. A ella le gusta la carne en su término, rojita, rica... Ella sabe mis gustos, es la dura de la cocina. Yo solo como y soy feliz.

¿Invitarían a comer a su restaurante al jurado del reality, Jorge Rausch, Irene González, Carolina Aguirre y, por qué no, a Érika Vélez?

(M): Ya Erika está invitadísima. Está mi querido Giorgi, está Irene, Carito... Ellos tienen las puertas abiertas. ¡Vengan, vengan!

(C): Por supuesto, invitadísimos. Sabemos que ellos también están siempre ocupados por sus negocios y sus marcas, pero siempre van a tener las puertas abiertas. Recibir sus críticas siempre será bueno, porque son excelentes personas y buenos amigos.

Y a poner en práctica lo aprendido en el reality, ¿cierto?

(C): Así es, hay que poner a prueba todo lo que hemos aprendido. De todas maneras, poco a poco iremos aceptando las sugerencias de nuestro público, que realmente es el que manda.

Por poco llegas al Top 10, Cecilia. Muchas personas ya te veían allí.

(C): Sí, sí, sí. Bueno, fallitas que uno comete, quizás por los nervios, pero son cosas que pasan.

¿Los nervios también traicionaban a Martín, o era el estrés?

(C): Yo creo que él estaba claro desde el principio. Él con la presión no se lleva.

Cuando estabas en esas cocinas, ¿en qué pensabas?

(M): ¡Ya quería regresarme a mi casa! Eso lo dije diez mil veces. Creo que todo el mundo se dio cuenta de que lo que quería era regresar. Pero mira qué chévere, que quería irme y no me dejaban. Ya al final les dije: “Ya es hora de regresar”, y lo hice.

Si pudieran resumir esa experiencia, ¿cómo lo harían?

(M): A mí me encantó. No soy persona de reality, por eso soy complicado en ciertas cosas. Pero viví la experiencia y la disfruté en ciertos momentos. De ahí en adelante, solo quería regresarme a mi casa, eso ya lo sabemos.

(C): No, la verdad es que yo sí tuve la bendición de contar con un grupo de seres humanos increíbles, que hicieron más llevadera la lejanía, el extrañar, el postergar cosas. Pero siempre estuve enfocada en dar lo mejor. ‘MasterChef’ fue un reto en mi vida que agradecí desde el principio hasta el final.

A Martín lo regañaban por los emplatados. Supongo que aprendieron muchas cosas que pondrán en práctica aquí.

(C): Quien come rico no se deja engañar. A mí me gusta comer de todo, así que nos enfocamos en algo que realmente nos gusta. Aprendimos muchas cosas en el reality, salimos con muchísima información que cada uno de nosotros valora. Después del programa, salimos con otra mentalidad, porque hay cosas que pensamos que no podemos hacer, pero con disciplina y esfuerzo, sí se pueden lograr.

Ceci, fuiste eliminada por no limpiar bien un marisco...

(C): ¡Los nervios! De los errores se aprende. No sé cómo me pudo pasar, pero así es la vida, de todo se aprende.

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