Siempre da que hablar. Desde su sorpresivo matrimonio hasta un silencioso divorcio con el colombiano Miguel Álvarez, María Fernanda Ríos, de 39 años, dice estar soltera, tranquila y, sobre todo, feliz. Y tiene toda la razón para ello. Aunque el 2020 fue el peor año para muchos debido a la pandemia, ella, en cambio, logró surgir con su marca gracias a la creación de trajes antifluidos. A eso se suma el contrato que firmó con TC para ser parte del programa ‘Soy el mejor’.

Más madura y conciliadora para hablar, Mafer conversó con DOMINGUERO acerca de su regreso a la TV, sus amores y lo que quiere de la vida.

Empezaste bien el 2021, ¿cómo te afectó el 2020?

El 2020, año de pandemia, me fue bien. Aunque sé que para muchos fue el peor de sus vidas, pero con todas las desgracias, le doy gracias a Dios por las bendiciones que me dio. La primera es que a mi familia en Italia nunca le dio COVID. Recuerdo que un mes antes mi mamá, quien reside allá con mis hermanas, me dijo que me cuidara, que no era una broma y la gente acá estaba muy relajada.

¿De qué manera te fue bien?

Mucha gente dejó de trabajar. Me dije ‘tengo que hacer algo por mi vida’, y como no soy mantenida ni tengo ‘sugar daddy’, ni marido que me dé nada, porque siempre he trabajado, me he sacado la madre trabajando, me pregunté: ¿qué hago? Tengo mi marca, qué podemos hacer’, y me saltó la idea de hacer trajes antifluidos y los empecé a vender vía ‘online’.

¿Lograste sobrevivir?

Fue una locura, como sabes, soy superfashion y empecé a crear los trajes en color rosado y a todo el mundo le encantó. Eso fue en redes... me pedían de todos lados. Tenía que salir a las 7 a. m. a conseguir telas, que no había porque todo estaba cerrado.

¿Cómo hiciste para movilizarte porque fue un problema salir del encierro?

Me fui donde las papas queman, estuve por la entrada de la 8, puente de la A, como tenía mi marca y RUC logré conseguir salvoconducto. Tenía que movilizarme a todos lados, dejar las telas para que las corten, llevar los trajes donde las costureras para que los cosan, luego retirarlos. Fue una buena idea. Así me hice mi platita, me fue tan bien, que todo el mundo me pedía una tienda física.

Tuviste tus tiendas, pero con altos y bajos.

Sí, la primera fue en Urdesa. Tuve otra en el CityMall. En ese tiempo estaba casi que casada con Ecuavisa entre ‘El combo amarillo’ y ‘Ecuador tiene talento’. A mí me encanta trabajar, pero en esa época no me pude dedicar ciento por ciento a mi marca.

¿Te viste obligada a cerrarla?

Claro, porque no podía. No ganaba lo que debía generar y no podía estar ahí, siendo yo la imagen. No quería perder plata y lo mejor fue cerrarla en ese momento. Seguí trabajando, mi marca la hice en colaboración con algunos catálogos que me pidieron después. Me iba a hacer fotos en Colombia. Me fue muy, muy bien y de ahí vino lo de Sharon y con la llegada de la pandemia insistí en retomar mi marca, que es lo que la gente me pide.

¿Qué significó para ti hacer la bioserie de Sharon?

Muchas cosas. Primero hubo sentimientos encontrados. Sharon era mi amiga. Conversábamos mucho y cuando algo no le gustaba me llamaba, me trataba como madre, era bravísima, pero casi siempre era para felicitarme. Le encantaba verme en lo que estaba haciendo. Me decía que estaba encaminada, muy bien enfocada y que eso era importante para mi carrera. Siempre me llamaba para darme consejos.

¿Qué crees que habría dicho Sharon si te hubiese visto personificándola?

Primero no habría permitido que haga casting, ella hubiese dicho ‘Mafer es. Hagamos un show, pero Sharon es Mafer’.

¿Crees que hiciste un buen papel?

Lo hice muy bien, pero sobre todo con amor, y cuando lo haces de esa manera todo te va bien. Fue reflejado en el rating, liderábamos. Con esa novela regresé a Ecuavisa por la puerta grande.

Cosas del corazón

Ya que dices que haces las cosas con amor, ¿qué pasó con tu matrimonio?

(Risas) Bueno, bien en el negocio, mal en el amor.

Estuviste en una relación donde se te notaba muy enamorada y a tu exesposo Miguel también, ¿qué pasó, el amor todavía está?

El amor todavía está, pero ahorita es un amor... bueno, él tiene su pareja y me parece lo mejor, porque tiene que hacer su vida, pero en mí es como un amor que vas a recordarlo como algo bonito, perfecto, pero ahora es como eso que quedó ahí. Que es lindo recordarlo y lo recordaré cuando vea una foto o un video y diré ¡qué lindo! No tengo nada malo que decir de él. Hay un tema de las hermanas Ha*Ash que habla de un ex de verdad, cada vez que uno termina una relación siempre se agarra de lo malo, para tomar fuerza...

Pero no puedes.

Acá no hay eso. Yo realmente fui valiente, te lo juro, literal. La gente me pregunta cómo lo hice, pero era lo mejor para él y creo que también para los dos. A él le va muy bien en Colombia, está súper bien, trabaja con marcas, le pagan muy bien, está feliz allá, porque es su país natal. Yo acá estoy bien, porque es mi país y siempre he sido conocida por tener mi marca, como la actriz que siempre se mete en el papel, que lo hace excelente y quiere lograr lo mejor. Pero somos un amor imposible.

Me hablas de que estás feliz porque él lo está, ¿y qué hay de tu felicidad? ¿Estás sola?

Sabes qué pasa, que me quise encontrar conmigo misma.

En este preciso momento, ¿eres feliz?

Soy muy feliz. Me arreglo para mí, me pongo hermosa para mí, me veo en el espejo y me digo: ‘¡Wow, qué linda estoy!’.

¿Tienes pretendientes?

Me imagino, pero no le he dado chance a nadie. Sí tengo, pero no me interesan, para nada.

¿Qué es lo que no quieres?

No quiero un hombre que se crea mi papá.

¿Los has tenido?

Sí, y bastantes. Quiero un hombre que sea independiente, quiero conocerlo primero, así me lleve un par de años, pero quiero que sea mi amigo, que sea mi compañero, que tenga la misma onda que yo, que se mate de risa conmigo, que sea feliz.

¿No importa la edad?

No importa, si igual el colágeno me hace bien. Que tenga su vida, no quiero un hombre que haga su vida conmigo, ¡no!, sino que sea independiente. Hacer cada uno su vida y cuando estemos listos, nos veamos. Acoplarnos.

La prensa

Te noto cambiada. Antes, en las entrevistas siempre estabas a la defensiva, contestabas de forma displicente, te creías la última Coca-Cola, ahora se te nota más madura, relajada. ¿Por qué?

Estás errada en la percepción de que tal vez yo tuve la culpa de que la gente me viera así. Mi esencia no la he cambiado, cuando no me gusta algo simplemente lo suelto.

Pero andabas a la defensiva con la prensa.

Sí, era porque antes me atacaban más, había programas de farándula, superfuertes, se metían mucho en mi vida. Con la Ley de Comunicación empezaron a pedir entrevistas, pero antes te ponían el micrófono en la cara, sin importar dónde estés, era muy agresiva la farándula. Incluso se inventaban cosas de mí, no iban a la fuente a preguntar, nunca tuvieron mi respuesta. Cuando veía tanta cosa que no era verdad, estallaba y me decía por qué no me llamaban. No, lo lanzaban. La prensa empezó a darle a la gente una imagen que no era correcta, que no era cierta.

¿Actualmente cómo te sientes?

Me he hecho más valedora; si hablan algo de mí, yo me río. He aprendido a tener más paciencia. Esa es la diferencia, antes no la tenía, me daba rabia. Ahora ya no me importa, si alguien dice algo de mí, mi trabajo demuestra todo lo contrario, el tiempo me da la razón y esa es mi satisfacción. Ahora soy más relajada.

Curiosidades

* Posee una colección de 40 pelucas y está por incluir otras más. Las de alto valor son las de cabello natural, con un costo aproximado de mil dólares. Muchas son traídas del extranjero. Todas las ha usado en diferentes programas.

* Tiene dos perros, Romeo y Julieta, de raza bulldog francés, que son su vida. Les ha dicho a sus empleados que les puede pasar de todo menos a sus hijos, de dos años. Si pudiera pedir un deseo quisiera que sean eternos. Romeo fue regalo de Miguel, ella le dio a Julieta.