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Farándula

En sus canciones insulta de una manera sutil y en doble sentido a los caballeros.Karina Defas

Lorena Tonato: “Yo tomo con mi plata”

La cantante contó que su música parte de una relación tóxica. En cada concierto ‘chupa’ con el público y recordó que una vez tuvo sexo en un cementerio.

El dolor lo tradujo en música. Hace 4 años, la cantante quiteña, Lorena Tonato, regresó a los escenarios, después de estar ausente por más de 7. La llaman la ‘Diva del despecho’, por sus temas ‘puñaleros’.

Para retomar su carrera, la mujer, de 38 años tuvo que terminar una relación tóxica, que la tenía atada y cohibida.

“Ahora soy rebelde, malcriada y no tengo tapujos para nada. Siempre que me subo a un escenario voy con una botella de mi propio trago, para que la gente ‘chupe’ mientras escuchan mis canciones. No quedó nada de la mujer descuidada que fui”.

De su mala experiencia amorosa, al menos, sacó algo bueno: material para escribir sus nuevas composiciones y descubrió su capacidad al volante. Se convirtió en chofer de taxi, a la par.

“La noche que me separé, mi exmarido me dijo: ‘me voy de la casa y vendo el colchón, así que levántate’. Se llevó todo... Con mis hijos dormíamos en el suelo hasta que pudimos comprar nuevas cosas”.

Después de saltar a los escenarios, abandonó el taxi y se convirtió en dirigente de ese gremio. Aunque muchas mujeres la ven como una referente de superación, le ha costado tener la aceptación de los hombres porque es muy directa con ellos. Además, sabe que no es bien visto que ande con botella en mano.

“Cuando llego a los conciertos, los hombres se asustan y dicen “ya llegó la que insulta”. Siempre pregunto: ‘¿dónde están los hp?’ que quiere decir ‘los hermosos príncipes’”, concluye. 

La Experiencia

Solo se emborrachó ‘hasta las patas’ una sola vez
Lorena se emborrachó, una sola vez en la vida, hasta perder el conocimiento. “Hay gente que me critica y piensa que a los escenarios subo tomada. Lo que hago es entrar en el personaje. Y a todos los que me señalan sin saber, siempre les digo que yo tomo con mi plata y chupo con mi boca”.

Pese a su edad, no pierde la esperanza de ‘comer cocos’. Es lo único que le falta probar, añadió. Espera con eso recuperar un poco de colágeno que le chuparon los malos amores. “Después de mi separación, aprendí mucho en la cama, me volví muy exigente y activa. Ahora tengo un hombre mayor . Él es mi maestro. Soy tan desinhibida que con él una noche fui a parar al cementerio de Buenaventura, en Chillogallo. Después de darnos amor, amanecimos rodeados de tumbas”, contó.