Exclusivo
Farándula
Érika Vélez, con la publicidad engañosa ni a la esquina
La actriz dice que no recomendaría un producto que no haya probado. Zully Guillén y Soraya Guerrero hablaron sobre los canjes publicitarios en redes
Para la actriz manabita Érika Vélez, promocionar una marca o un producto en redes sociales es un trabajo que "requiere de seriedad". Por eso, afirma no estar de acuerdo con aquellos influencers que venden algo sin antes probarlo y menos, con los que no valoran el trabajo de aquellos que buscan sus servicios.
La también popular presentadora consultó a sus seguidores de Instagram qué era lo que más les desagradaba que haga o diga un influencer. En una de las respuestas se argumentaba que dichos personajes quieren que se les den los productos totalmente gratis, algo con lo que Vélez asegura no estar de acuerdo.
“El hecho de que seas alguien conocido, que tengas seguidores o lo que sea, no es sinónimo de ir por la vida, por los restaurantes, por las tiendas y que todo me salga gratis. Así que amigos influencers, no influencers, famosos o no, pregunten cuánto cuesta, en cuánto me lo deja. Valoren el trabajo de otros”, subrayó la actriz.
Vélez, quien cuenta con 2 millones de seguidores en Instagram, reconoce que es fiel a no promocionar cosas que no haya probado primero, “por eso no le caigo bien a todas las marcas”, agrega entre risas.
NO COBRA NADA
Por otra parte, la presentadora Soraya Guerrero dice que no se cree influencer, pese a contar con 19.800 seguidores, pero apoya cien por ciento a los emprendedores.
“Trato de no usar sus productos gratuitamente, pero hay algunos que insisten y me los mandan, pero los recibo con mucho cariño. No cobro porque trato de ser humana ante las situaciones. Si hay una marca más grande, obviamente, sí pongo un precio. A veces los dueños de los negocios tampoco escogen a las personas correctas para promocionar”, explica Guerrero.
TENER SEGUIDORES CUESTA
La exchica reality Zully Guillén disfruta de los canjes, pero enfatiza que nada es gratis, porque a cada persona le costó llegar a tener sus seguidores. En su caso son 646 mil en Instagram.
“Me gusta pagar muy bien el canje y no solo con una historia, porque muchos influencers la mezquinan. Comparto muchas veces porque aparte del canje, me pagan y así salimos adelante”, justifica.