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Farándula
Emilio Pinargote: Mejor barbero que farandulero
El presentador se quedó con la ‘pica’ de estar en un informativo. Abrirá una barbería y estudiará para coaching. No hay pruebas de que haya llegado ‘pluto’ al programa de TC.
Tiene 20 años en la Comunicación y aproximadamente 8 laboró en TC. Tras el cierre inesperado del programa ‘De boca en boca’, Emilio Pinargote (35) mantuvo silencio hasta ahora. Aunque está temporalmente alejado de la TV, sigue trabajando. El próximo mes abrirá una barbería, presenta eventos y crea contenidos para redes sociales, además estudiará coaching a partir de marzo y se prepara para celebrar un nuevo aniversario de casado con Gabriela Piñeyro.
No se ha estado quieto.
Salí el 7 de diciembre y estuve muy ocupado presentando eventos. Fue un mes espectacular. Recibí un par de llamadas televisivas dos días después de mi partida del canal. Les respondí que diciembre y enero quería tomármelos para descansar, poner en orden mis cosas y que sin problema hablaríamos en febrero. Lo necesitaba, aunque no he parado, porque estoy poniendo en marcha una barbería y trabajo con La Fucsia en ‘Guerreros de la Fucsia’, en radio La Otra.
A todo el equipo de ‘De boca en boca’ lo pusieron en compás de espera, para reubicarlo. ¿Por qué usted se fue?
El año pasado yo entrevisté a Ismael Cala y le pregunté por qué se retiró de CNN en Español cuando estaba en su mejor etapa profesional y emprendió nuevos caminos. Me dijo que cuando llegas al Everest, nadie se queda viviendo ahí. La gente normalmente se aferra a algo, en algún momento vendrá alguien más joven o que cobre menos. Cuando lo entendí, pensé que no estoy para aferrarme a nada. Hice de todo en TC: reality, matinal y un espacio de farándula. Lo que faltó fue estar en un informativo. A veces sentía que solo iba por un mensual.
Muchos lo responsabilizaron del cierre, porque se comentó que los problemas se iniciaron cuando usted llegó pasado de copas al canal tras un partido de fútbol del mundial.
Se dijeron muchas cosas. Conocemos a Rafael Cuesta, no tiene pelos en la lengua. Si eso hubiese sido el motivo, él lo habría dicho. Cuando se comete un error, las pruebas siempre están ahí, él dio declaraciones de que el programa se cerraba porque supuestamente no estaba bien.
¿Volvería a la farándula?
Definitivamente no. Yo volví por dos razones, la primera porque se trataba de ‘De boca en boca’ y la segunda por el productor Marlon Acosta, quien es mi gran amigo. Tengo la preparación, soy licenciado en Comunicación y tengo un masterado en gerencia política, gobernanza y gobernabilidad. Estoy en un relax, dicen que se me ve más joven (risas). Ojalá se dé lo que deseo, si no es un informativo que sea en un matinal, aunque estoy dispuesto a empezar desde abajo.
Los talentos de pantalla siempre son tentados por los políticos de turno.
En estas elecciones me volvieron a tocar las puertas, pero volví a decir que no porque no quiero quitarle a mi familia la paz que he conseguido. Me costó mucho limpiar mi imagen. Es fácil decir ‘yo he cambiado’, lo complicado es demostrarlo y lo he hecho.
¿Ya no más hijos?
Así es. Gabriela no se ha ligado, pero existe una planificación responsable. Siempre mi esposa quiso tres. Me decía que me aceptaba con mis hijas, pero que ella quería tres hijos. No pensé que iba a tener el varón. Dios me premió. Esa mujer me cambió la vida.
¿En verdad se la cambió?
Creo que sí, llegó en un momento en que mi vida era un torbellino. Se enfrentó a todo y a todos, la sacamos en todo sentido: en lo económico y en lo personal. Cuidaba a niñas que no eran de ella. Estoy feliz con mi mujer y mis hijos (Fiorella, tiene 18 años, le siguen Samantha (10), Martina (8), Isabela (7), Irina (3) y el pequeño Lorenzo).