Caridad Cisneros siempre tuvo claro que quería ser creadora de contenido. Observaba a otros en YouTube con buenos resultados y deseaba seguir ese camino. “En 2017 incluso grabé material, pero no me atreví a editar”, cuenta a EXTRA.

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Eso es cosa del pasado: ahora es experta en edición de vídeo, locución y en encontrar nuevas formas de contarle al público qué comer en Quito. Su perfil, conocido como foodie, deriva del término inglés food (comida). “Amo comer. Siempre salía a comer con mis papás. Incluso mis amigos me pedían recomendaciones porque siempre me ha gustado tener buenas experiencias gastronómicas”, relata.

A finales de 2020, cuando el mundo aún enfrentaba la pandemia de COVID-19, Caridad ya publicaba vídeos en TikTok, pero fue en 2021 cuando su contenido despegó. “Hice un vídeo del lugar donde compramos comida con mi papá y tuvo 10.000 vistas. Dije: por aquí es”, comenta.

Ahora cuenta con más de 215.000 seguidores en TikTok y más de 60.000 en Instagram, por lo que restaurantes y marcas la consideran un referente en contenido gastronómico. “Siempre estoy pensando en qué voy a hacer o cómo voy a contar la experiencia del siguiente lugar”, explica.

En el mundo de los influencers, es conocida como la primera foodie. “Estoy muy feliz. No he hecho otra cosa más que contenido. Me gradué de la universidad y empecé en esto”, dice.

Caridad considera que ser influencer es como cualquier otro trabajo: requiere organizar el tiempo para preparar material e invertir en equipo para que todo salga perfecto. También ha tenido que implementar un plan nutricional, ya que comer tanta comida deliciosa le ha pasado factura. “He tenido problemas de salud que no debería tener a mi edad”.

Además, busca hacer ejercicio para mantenerse sana, porque, ¡eso sí!, no piensa dejar su pasión por la comida.

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