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Víctor Josué León Campuzano ha sido periodista deportivo, luego influencer de humor negro, pero ahora es un foodie (influencer de comida).Miki Rodríguez

Víctor León: “La depresión se combate todos los días”

Tenía una carrera como periodista deportivo, llegó la pandemia y todo cambió. En 2024 dejó de hablar de fútbol para convertirse en famoso influencer 

La primera vez que Víctor Josué León Campuzano apareció en las páginas de EXTRA fue en noviembre de 2011, con el título “VJ... el juvenil del periodismo”. A los 18 años, era el más joven en las coberturas deportivas internacionales.

Sin embargo, en los últimos años se cansó de hacer periodismo deportivo. Fue oficialmente en 2024 cuando se retiró y comenzó a ganar espacio en las redes sociales. Primero con humor negro, y ahora como un foodie e influencer, compartiendo su pasión por la comida y mucho más.

Gregorio Palma, de 70 años, lleva 40 años vendiendo pasteles y recibió la visita de Víctor León, quien se puso en modo ‘pasteléate’.Juan Carlos Castro

Hizo periodismo desde los 14 hasta los 31 años, y fue parte de Radio Libre, Canal 6 de Babahoyo, CRE y Super K 800 de Guayaquil, como reportero y comentarista. Luego dijo adiós al periodismo. Su mundo ahora es la comida.

Pero detrás de su voz fuerte y su apetito devorador, está la historia de un chico que pasó por una profunda depresión y que sufrió mucho con la muerte de su padre.

Víctor León es ahora conocido por ir donde la comida lo llama. EXTRA lo llevó a hacer un ‘examen’ a los pasteles de don Gerónimo, quien lleva 40 años vendiéndolos en las calles del norte de Guayaquil.

Víctor León salió a la calle con EXTRA

Victor, ¿en qué momento te cambia y dijiste: “hasta aquí no más con el deporte”?

Nunca me propuse ser un influencer gastronómico. De hecho, me considero un influencer en general. Pero llegó la pandemia y los ingresos dejaron de entrar, especialmente por auspiciantes. La falta de apoyo en esta profesión me llevó a tomar la decisión de retirarme en 2024. Fue cuando dije: “No estoy haciendo nada. Voy a empezar a crear contenido desde mi casa, hablando de cualquier cosa”. Así fue como empecé a formar una comunidad. Mejor dicho, la gente me empezó a seguir de la nada.

No sé si fue por el toque de humor negro o por mi relación con la radio, pero se fue formando una comunidad bonita. Hoy, ya somos casi 270 mil seguidores en TikTok..

¿Cuál fue el éxito, según tú, de la comida que te hizo entrar en este mundo?

Curiosamente, uno de los primeros videos de comida que hice fue en Ruquito. Ese video tuvo alrededor de 50 mil vistas en 2021. No sé si considerarlo un éxito, pero fue cuando me di cuenta de que había un nicho por explorar. A partir de ahí, empezó un verdadero boom.

Empecé a recibir invitaciones y propuestas de negocios. Recuerdo que, después de un video que hice sobre un negocio de chancho a la barbacoa de Pedro Montesinos en Cuenca, el video alcanzó un millón y medio de vistas. El dueño del local me llamó dos semanas después y me dijo: “Víctor, no sé si debo agradecerte o regañarte. Agradecerte porque el local se llenó de gente, pero también regañarte porque ya no hay chancho cuando llego”. Ahí me di cuenta de que estaba explorando algo nuevo.

Comes y comes, ¿cómo te controlas?

Estoy tratando de controlarme con el tema del peso. No es fácil. Al principio, cuando no entendía mucho, comía bastante. Pero luego entendí que a veces en un día tengo que hacer tres o incluso dos reseñas. Uno tiene que cuidarse y, sobre todo, priorizar las porciones. Al final del día, la gente entiende que esto es un trabajo. A los haters no les guste o no, esto es un trabajo.

Es la primera vez que analiza como foodie un pastel callejero.Juan Carlos Castro

Detrás del personaje de la comida, está el tipo que hacía periodismo deportivo...

Hay gente que me sigue por el humor negro, otra por el deporte y ahora por la comida, que es algo que a todos llama la atención.

¿La depresión te pudo adelantar el camino?

Creo que la depresión es algo mucho más fuerte y no necesariamente relacionado al alcoholismo o a la drogadicción, pero es una enfermedad que uno tiene que combatir todos los días.

¿Qué te llevó a eso?

Varios factores. Decisiones personales malas que tomé. Cuando mi papá falleció, sentí que una parte de mi vida se había ido. Te voy a ser honesto, mi papá murió, pero jamás lloré en el velorio. Eso fue algo extraño, y la gente a veces me mira raro, pero es una pena que llevo conmigo. Hoy la veo desde otro punto de vista. Con ayuda psicológica, he aprendido a superar esos miedos a nivel personal y emocional.

¿Hubo un momento en el que pensaste en hacer algo drástico, como dejar de vivir?

Sí, sí, hubo un momento en que pensé en tomarme pastillas. Sí, lo pensé. Ahí es donde entra la ayuda, porque a veces cuando uno está mal, necesita ser escuchado.

Dejo de hablar de fútbol, ahora todo es comida

@victorleon.93

pactrics en Cuenca Moros y alitas

♬ sonido original - victorleon.93

¿Qué te sacó de ahí?

Fue el hecho de que, a veces, yo tenía amigos que estaban pendientes de mí, no muchos, pocos. Y me decían: “Oye, ¿cómo estás? ¿Qué es de tu vida? Vamos a tomarnos un café, un helado”. Y hoy yo valoro la vida desde otro punto de vista. Vivimos en un mundo al que se le reprocha al ser humano muchas cosas que no hace, pero también hay que tener en cuenta que, muchas veces, el simple hecho de abrir los ojos, despertarte, irte a lavar los dientes y salir a la calle es bastantísimo. Pero hay gente que no lo ve así, que no lo valora desde ese punto de vista.

¿Dónde quieres llegar?

Estoy en este camino como creador de contenido. Me encantaría, más que hablar de comida, dar a conocer Ecuador en otras partes del mundo. O sea, no por mí, sino porque si hay un montón de gente que quiere ayudarme, bienvenido sea, para que contribuyan a la causa de que no quiero que vean al país como algo malo, sino como algo bueno. Porque, al fin y al cabo, este país es de gente buena, que estamos aportando para cambiar esa visión negativa que tienen algunas personas sobre Ecuador. No es así: Ecuador es un país bueno, con más gente buena, y el ecuatoriano debe ayudar al ecuatoriano.

Manda a la gente a comer

Víctor, para cerrar la entrevista con humor negro, ¿qué le dirías a los que no han llegado hasta aquí leyendo?

Que se pierden una historia de superación y que, con ganas, se puede salir adelante. Que se pierden quizás una historia que a ti quizás no te importe, pero que a lo mejor te sientas identificado.

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