El uruguayo Richard Fernández llegó a 9 de Octubre para reforzar la defensa en su regreso a la Primera División. Pero el charrúa también puede jugar como lateral derecho, de los que desbordan y van al ataque, así lo dejó saber en entrevista con Diario EXTRA.

Fernández contó que cuando los directivos del Súper 9 lo contactaron le dijeron que lo buscaban para hacer dupla con el ecuatoriano Frickson Erazo, y le sedujo jugar junto a uno de los centrales que considera “de los mejores”.

Desde el primer entrenamiento (el 6 de enero) que realizó Fernández con sus nuevos compañeros, no se le despegó a Erazo en ningún momento, debido a que por medio del tricolor también quería conocer cómo eran los partidos en el campeonato nacional.

“Me dijeron que estaban armando un equipo para cosas grandes, pelear por la permanencia y la clasificación a un torneo internacional, por eso que vine. Converso mucho con Erazo porque tiene una gran trayectoria y ya me dio las pautas de cómo jugar. En defensa es distinto, ya que se tiene que salir a buscar la marca”, dijo.

El defensor, de 24 años, recalcó que no tendrá problemas para adaptarse a la idea de juego del técnico de los guayacos, Juan Carlos León, a quien le gusta salir jugando con la pelota en los pies y que sus centrales sean los primeros en pedir la pelota a su portero.

“He jugado mucho como lateral y por eso puedo manejar bien la pelota. Al técnico León le gusta salir jugando con la pelota limpia y no tengo problemas con eso porque tengo esa facilidad y estoy bastante acostumbrado. Me gusta tener la pelota en los pies. En Paraguay se juega así”, manifestó el uruguayo.

Fernández aseguró que su adaptación al clima de Guayaquil no será un obstáculo para él, puesto que en Paraguay (de 36 a 39 grados centígrados), cuando militó en Deportivo Santaní y River Plate, entre 2018 y 2020, lo hizo en temperaturas similares a las del Puerto Principal.

“No tengo miedo jugar en la altura, pero sí la intriga de cómo es. Igual me estoy preparando bien para llegar de la mejor manera. Con el sol no hay problema porque el Paraguay era igual todos los días. Me costó adaptarme el primer año (2018), pero ya estoy acostumbrado”, finalizó.