Jerry León Nazareno estaba sin equipo para el 2022, entrenaba con el expreparador físico de la Tri, Holger González, en Machala, hasta cuando sonó el teléfono del otro lado, le decían que lo querían en la Premier League de Kuwait, en el Medio Oriente, el resto es historia y el ecuatoriano es el defensa del Al-Yarmouk.

EXTRA conversó con el jugador de 26 años que se adapta al fútbol y la cultura del Golfo Pérsico.

¿Qué tal la aventura en Medio Oriente?

Es una experiencia diferente por el tema cultural, pero soy un agradecido de Dios que me dio la oportunidad de venir al Al-Yarmouk.

Cuando te dijeron que te querían en Kuwait, ¿qué pasó en casa?

Lo primero que me dijo mi esposa fue que estaría lejos. Comencé a leer la historia y el tipo de cultura. Ahora que estoy acá confirmo todo lo que leí.

¿Qué es lo primero que te impactó?

El respeto y la disciplina, Kuwait City es una ciudad muy linda, pero lo que me llama la atención es el respeto que se tienen entre las personas.

¿Algo que te sorprendió?

Me enteré que si quiero que venga mi pareja, Irina Ordóñez, debemos estar casados, así son las leyes acá y hay que respetarlas. Vamos a ver qué pasa con ese tema, porque no nos hemos casado. También me sorprendió la forma como la gente se viste para ir a la playa. En Ecuador vas en traje de baño, acá no, tienes que usar una camiseta para meterte al mar.

¿Y en el camerino cómo es todo?

En mi país es normal que te bañes y salgas desnudo por el camerino. Estaba acostumbrado a eso, pero mis compañeros me dijeron que no debía hacerlo. Carlos Rivas, un colega colombiano, me dijo que me cubra con la toalla.

¿Y los entrenamientos cómo son?

Desde las 15:00 se hace una sola jornada. El trabajo es muy intenso y dura hasta las 18:00.

¿Tienes un guía?

Un amigo brasileño me ayuda en todo, con el idioma y en la parte cultural.

¿Cómo se dio tu llegada a Kuwait?

Fue por vídeos. Un amigo colombiano, Carlos Rojas, les hace vídeos a los jugadores. Me hizo uno y lo subió, desde Kuwait lo vieron y me llamaron, querían tenerme acá y dos semanas después me vine.

¿El cambio de horario cómo te afectó?

Tengo problemas con eso, no puedo dormir en las noches, pasó tiempo viendo el techo y poco a poco agarro el sueño. Cuando acá son las cinco de la mañana recién me quiero dormir.

¿Trabajas con el mayor Holger González?

Fue algo muy bueno, porque me mantuvo en la parte física y sobre todo en la anímica, es un ser humano espectacular. Le doy las gracias a Dios por ponerlo en el camino. Es como un padre para mí.

¿Qué dice tu mamita, doña Luisa Nazareno?

Siempre me puse una meta, que cuando me vaya bien le haría su casita, ahora se la estoy haciendo en San Francisco, al norte de San Lorenzo, en Esmeraldas. Ella se lo merece, me lo dio todo. Es una madre muy trabajadora.

¿Ahora qué se viene?

A darle con todo, quiero hacer las cosas bien y mi idea es demostrar lo que puedo dar.

Acá estabas sin equipo

No tenía nada concreto hasta que se dio lo de Kuwait, además tengo un sueño, que algún día pueda vestir la camiseta de Ecuador, espero que eso se dé y por el momento trabajo con mucha fe.