Exclusivo
Deportes
¡El futbolista José Balza se acostaba con hambre!
El delantero de Macará se ‘echó al hombro’ a su familia siendo ‘peladito’, porque su padre se quedó sin trabajo y a veces no tenían para la comida.
La niñez de José Balza fue dura. La pobreza mandaba en casa del jugador venezolano, donde en ocasiones se acostaban con el estómago vacío, porque no había para la comida. Pero gracias a la buena pelota, logró salir del bache y como futbolista le alcanza para vivir tranquilo y mantener a su esposa, su hija y sus padres.
El delantero del Macará contó que de ‘pelado’ era bueno para el fútbol sala y lo invitaban a diversos torneos en la zona industrial Valencia, estado de Carabobo. Cuando cumplió 12 años, su padre lo llevó a probarse en una escuela de fútbol y lo aceptaron. De allí lo sacó Carabobo FC, que lo hizo debutar en Primera Categoría a los 16 años.
“Mi primer sueldo fue 2.500 bolívares, algo así como 20 dólares, y con eso compré comida, porque mi padre se quedó sin trabajo y a veces nos acostábamos sin comer. No teníamos plata”, confesó el jugador de 22 años. Cuenta que aún le queda ese toquecito corto y pisada de pelota al piso, porque era algo que practicaba en el fútbol sala.
FUE SUBIENDO
Jugar el Sudamericano Sub-20 realizado en Ecuador le abrió muchas puertas. Lo llevó un equipo de la MLS, pero por el idioma se regresó. Y después del Mundial Sub-20, lo contrató Unión Española de Chile.
En el equipo chileno aprendió mucho con Martín Palermo y Roberto ‘Pato’ Abbondanzieri, que eran sus entrenadores. Pero regresó al siguiente año, porque su esposa estaba embarazada y tenía que estar junto a ella en Venezuela.
En su país encontró cupo en Deportivo La Guaira, donde hizo una gran campaña, siendo contratado luego por Macará
EL NEGOCIO
Esa chance en el balompié internacional lo sacó de la chirez. Lo ganado fue invertido en un negocio de comida con entrega a domicilio, que es manejado por sus padres José Balza y Carmen Lizcano.
Balza contó que el mercado ecuatoriano le gustó porque le pagan el triple de lo que ganaba en Venezuela.
“Acá el sueldo es mejor y por lo pronto me quedaré hasta diciembre de este año, que vence mi contrato. De allí veremos si me quedo o no”, relató el futbolista llanero.
SE QUISO IR
Balza relató que con el encierro de la cuarentena en Ecuador estuvo muy preocupado. Incluso se le cruzó la idea de irse del país, para estar junto a su familia. Sus compañeros de equipo también le dieron ánimo y eso le dio valentía para no bajar los brazos.
“Pero conversé con mi representante, con mis familiares y decidí quedarme en Ambato”, añadió.
Al punto...
Ya jugó minutos ante Emelec y Guayaquil City por la LigaPro y frente a Deportes Tolima por Copa Libertadores. 300 mil dólares es el valor de su pase en Transfermarkt.