Durante 11 temporadas Marcos Mondaini ha mostrado sus ‘diabluras’ en las canchas del balompié ecuatoriano, donde logró ganar cuatro trofeos con Emelec (2013, 2014, 2015 y 2017).

El Diablo, como lo conocen, recordó en entrevista con Diario EXTRA el día que llegó a Ecuador (2006), ya que lo recibieron como una estrella. Además, Mondaini aseguró que la final que le ganaron a Barcelona en 2014 es especial para él.

¿Cómo fueron las negociaciones para que ficharas por Emelec en 2006?

Fue el momento que cambió mi vida. El hecho de haber llegado a Emelec me cambió la vida. Me acuerdo que en principio solo iban a venir Luis (Escalada), fueron por él y una persona que trabaja en Boca (Juniors) dijo que me trajeran también.

¿Por qué consideras que fichar por Emelec cambió tu vida?

Hoy ya con tiempo entiendo que Emelec fue el club más importante y trascendente en mi carrera, porque logré ganar algunos títulos y la gente me mostró un gran cariño. Entonces, entendiendo eso llego a esta conclusión y estoy totalmente agradecido con todos ellos.

¿Cómo fue tu primer día como eléctrico?

Cuando llegamos nos sorprendimos por la cantidad de gente que nos estaba esperando tanto a Luis (Escalada) como a mí. Entendiendo que habíamos jugado pocos minutos y prácticamente éramos dos desconocidos.

Que nos esté esperando tanta gente en el aeropuerto (Guayaquil) nos generó una satisfacción increíble y al mismo tiempo una gran responsabilidad. Me acuerdo en ese momento que con Luis nos dijimos que no hay chance de no andar bien, que teníamos que salir bien sí o sí (risas).

Con Emelec ganaste cuatro campeonatos (2013, 2014, 2015 y 2017), ¿uno de estos fue más importante para ti?

Todos los campeonatos conseguidos con Emelec son para mí muy importantes, todos. Pero creo que por el rival y por la gente, el título del 2014 (frente a Barcelona) está por encima de los otros, pero te repito, todas las finales fueron muy importantes.

¿Cómo viviste las finales contra Barcelona?

Toda esa semana previa al partido de la final todo fue muy especial, con mucha carga emocional, pero sinceramente sabíamos que teníamos mucha posibilidad de ganar. Lo sentíamos así al ver una vibra muy positiva dentro del plantel. Lo conversábamos entre todos y también se sentía que, si nos despertábamos bien en esos días, íbamos a tener muchas chances de ganar. Teníamos mucha confianza por nuestro juego, el plantel que teníamos, era mucha la confianza que había. Después terminamos demostrando dentro de la cancha que somos mejores y pudimos ganarla.

¿Esta fue la mejor plantilla de Emelec que integraste?

No sé si es el mejor plantel, pero sí debe andar por ahí. Hemos tenido buenos planteles y este ha sido uno de ellos, porque contábamos con grandes jugadores con los que se pudo formar un gran grupo y lo demostramos ganando el tricampeonato.

Has jugado en Ecuador por casi 11 años. ¿El defensa ecuatoriano es ‘rajero’?

Por ahí sentía que eran más rigurosos conmigo por mi estilo de jugar. Por eso estaba más expuesto a recibir golpes, pero entendí que era parte de mi manera de jugar y nada más que eso. Todo quedó dentro del campo de juego porque nunca vi una mala intención de ellos. Mientras todo estuvo dentro de lo reglamentario siempre estuvo bien, por eso nunca me quejé.

¿En el fútbol argentino los defensas también eran fuertes?

Desde muy chiquito conozco el fútbol argentino y se juega a muerte. Acá también los defensas son muy difíciles, son rápidos y fuertes, por eso puedo decir que ya estaba acostumbrado a ese juego. Por eso cuando llegué acá a Ecuador lo asimilé muy bien y no tuve problema.

Te formaste y debutaste profesionalmente con Boca Juniors (2004), ¿qué jugadores te marcaron cuando fuiste xeneize?

Tuve la suerte de compartir plantel con Riquelme (Juan Román), Boselli (Mauro), Palermo (Martín), Palacio (Rodrigo), esos jugadores estaban en el plantel del 2007 que consiguió la Copa Libertadores.

Uno aprende si uno está abierto y receptivo a aprender. Si se tiene la humildad se aprenden muchas cosas de estos cracks. Hoy ya te digo, con 35 años, miraba mucho a los jugadores que jugaban en mi posición, los miraba con lupa para ver qué hacían, cómo se movían. Dentro del vestuario charlando les preguntaba unas cosas de la posición. Era bastante curioso, pero tuve la fortuna de compartir plantel, charlas, comidas con grandes jugadores.

¿Cuál fue el jugador que más mirabas en las prácticas y partidos?

Miraba mucho a Rodrigo Palacio. No fuimos amigos, pero sí teníamos una buena relación. Era un jugador que admiraba, como lo admiro a Román desde muy chiquito. Cuando llegó Rodrigo yo todavía estaba en las formativas e iba a los entrenamientos del primer equipo y lo quedaba mirando.

Le preguntaba cosas del puesto. Dónde se sentía más cómodo, sobre la toma de decisiones y recuerdo algo que me dijo: “Yo trato de no desgastarme en mitad de la cancha y jugar a uno o dos toques, y cuando la recibo dentro o cerca del área es algo más personal”; esto me permitió superar y dentro de área ya estaba más fresco.

En 2008 llegas a Barcelona. ¿Cómo se dio tu traspaso al Ídolo del Astillero?

Emelec siempre fue la primera opción porque me acuerdo que vine e hice campaña para una agrupación que terminó ganando las elecciones (Elías Wated) y al final del año 2007 se dejaron de comunicar conmigo y nunca se dio mi llegada. Después que me comunican a principios de 2008 que no iban a negociar conmigo para que yo vuelva (a Emelec), me voy a la pretemporada con Boca Juniors y después de unos días mi representante me dijo que había una oferta de Barcelona, y yo necesitaba salir para tener minutos.