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Reina Martínez a los años volvió a su Capwell, dice que vivir en Estados Unidos y no disfrutar el fútbol en vivo es lo que más extraña.Miguel Canales

Emelec: La Gorda Matosa no entiende porque se pelean entre emelecistas

En una extensa entrevista la hincha ícono del Bombillo habla de su regreso al Capwell, y como han sido estos años fuera del Ecuador

Reina Martínez, de Emelec... Perdón, comenzamos mal. Si la llamamos por su nombre, pocos sabrán de quién hablamos, pero si decimos ‘La Gorda Matosa’, de Emelec, todos los futboleros del Ecuador sabrán a quién nos referimos.

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Y en realidad, la primera vez que le dijeron ‘Gorda Matosa’ hubo problemas. Todo comenzó en las páginas de EXTRA hace algunos años. Tanto fue el enojo de Reina que hasta quiso “matar” al creador del apodo, el periodista Paco López Valdez, quien integraba la redacción deportiva de este medio de comunicación. Todo eso es parte de una anécdota que ella recuerda con una sonrisa.

Una vida dedicada a su Emelec del alma

A pesar de que hace doce años se radicó en Estados Unidos, Reina se dio un paseo por Guayaquil y visitó al querido Capwell en el partido que Emelec ganó 2-0 a Delfín el 21 de marzo del 2024; dos imágenes en el estadio durante el festejo de un gol fueron suficientes para volverse virales en redes sociales. Martínez, la hincha más carismática del Bombillo, habló con EXTRA desde Charlotte, Carolina del Norte.

- Usted regresa al Capwell y al cabo de unos segundos todos la enfocan y se convierte en tendencia.

Llevo varios años viviendo en Estados Unidos y cuando volví a Guayaquil quise estar en el Capwell, no podía creer que me encontraría con el mismo cariño de la gente, como si nunca me hubiera ido. Eso me llenó de alegría; la gente me recibió como a una reina, esa es mi gente azul. Ahora con fotos y videos. Había pasado mucho tiempo, pero gracias a Dios volví al estadio; creo que han pasado 6 años.

- Siendo una hincha tan ‘enferma’ de Emelec, ¿cómo hace para contener esas ganas de estar apoyando al equipo?

Al principio fue horrible; era para llorar, porque cuando salía a la calle, la gente siempre me reconocía, me quedaba conversando, me gustaba eso. Pero cuando llegué acá, nadie me conocía, nadie me daba bola. Me sentía rara; nadie me miraba, caminaba como si no existiera. Me tocó acostumbrarme a eso; fue un golpe fuerte y lo pude superar. Ya han pasado 12 años que me vine a la ‘Yoni’.

- ¿Cómo se sentía cuando jugaba Emelec y usted tan lejos?

En los primeros años, saber que Emelec iba a jugar era algo frustrante, no sabía qué hacer. Me gusta estar ‘donde las papas queman’, en las gradas; me encanta la gente, el relajo, la ‘huevadilla’, y verlo detrás de una pantalla no era vida de hincha. Me tocó sufrir desde lejos, especialmente cuando ganó el tricampeonato (en 2015); soñaba con estar allá, pero no se pudo.

Reina Martínez volvió a estar en su querido Capwell.Miguel Canales

- Los hinchas como Reina Martínez, Che Pérez, Giusseppe Cavana, el Hombre de la Campana (Julio Espinoza, fanático de Barcelona), que eran personajes, pero van desapareciendo y no hay reemplazo.

Sí, pero eso pasa porque antes era diferente; te hablo de Emelec. Todos gritábamos, hacíamos bulla, pero era un solo puño. Pero luego se formaron grupos y más grupos, con diferentes nombres y hasta se peleaban por los sectores del estadio. La hinchada de Emelec siempre ha sido la más apasionada, la más destacada y ahora se pelean entre ellos. No tiene sentido que se peleen entre emelecistas; eso no es bueno.

Reina Martínez, es del tipo de hinchas que van desapareciendo

- ¿Qué sintió cuándo comenzaron las peleas entre hinchas?

Es algo que no se puede aceptar: pelear entre nosotros mismos. En mi tiempo, las peleas eran con los de otro equipo y eso estaba mal. No se pueden pelear entre emelecistas; eso no. Ahora se ven muchas cosas que no están bien.

Reina Martínez volvió al Capwell cuando el Emelec jugó ante Delfín.Miguel Canales

- Cuando vivía en Ecuador, se ponía la camiseta de Emelec de lunes a lunes; ¿y en Estados Unidos, cómo hace?

Hay cosas que no puedes cambiar; acá sigo poniéndomela todos los días, siempre cargo algo de Emelec; hay personas que reconocen al equipo; yo siempre orgullosa de ser emelecista.

- En sus tiempos, no había redes sociales y usted era tendencia, era famosa; ¿se imagina cómo sería ahora?

Sin redes sociales era muy conocida y me sacaban pinta; recibía mucho cariño de los emelecistas y de otros equipos. Yo fui una de las primeras mujeres que iba a las barras. Cuando llegué la primera vez a la barra me cantaron: “¡que baile, que baile, que baile la gordita, que baile con Giusseppe Cavanna!”. Me encantaba la locura; era una fiesta hermosa.

Reina Martínez y el cariño de la hinchada del Bombillo.Cortesía

- ¿Recuerda su primera vez en el estadio?

¡Wow, eso fue hace muchos años! Cuando perdí a mi padre, era joven, creo que tenía 17 años; ahora ya paso de los 40. Mi papá Emilio era emelecista al máximo. Un amigo me llevó al Capwell; estaba deprimida y me propuso ir al estadio, y ahí comenzó todo. Nunca imaginé que me llevarían a la general y ahí me ‘engrupí’ del estadio; me gustaba ir de local y visitante. Recuerdo que el primer partido de visitante fue en Cuenca, y luego vino la fama de la Gorda Matosa.

Vive en Estados Unidos, y sigue usando la de Emelec todos los días

- La Gorda Matosa salió por primera vez en EXTRA.

Esa es una historia de locura. Resulta que en EXTRA salió mi foto con una leyenda que decía: ‘Emelec tiene su Gorda Matosa’. El periódico lo tenía todo el mundo, pero yo no entendía lo que pasaba. Me llamó un tío que tenía dinero y me reclamó porque había salido en EXTRA y porque me decían Matosa, pensando que esa palabra era mala.

Me fui al Diario, en zapatillas; yo vivía cerca, en la ciudadela El Paraíso, y me fui a pie; quería matar a Paco López, que hizo la nota. Y le decía: “¿A quién he matado para que me diga Matosa?’. Cuando llegué, él estaba nervioso; le iba a pegar y le gritaba que yo no había matado a nadie. Pero me explicó que en River Plate de Argentina había una Gorda Matosa; al rato me tranquilicé y quedamos como ‘panas’. Ese día dejé de llamarme Reina Martínez y pasé a ser la Gorda Matosa.

- ¿Cuántas camisetas de Emelec tiene?

Toda la colección; todas las que han salido.

- ¿Hay alguien que le mueva el piso?

Estoy solterita, pero tengo alguien por ahí; es mexicano y lo primero que debe hacer es hacerse de Emelec. Estamos en la duda, porque él es amarillo del América.

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