Fiel a su estilo de hacer sufrir a su hinchada, Barcelona SC avanzó a la tercera fase previa de la Copa Libertadores tras igualar 1-1 y eliminar a El Nacional. Sin embargo, la clasificación estuvo marcada por el drama desde el inicio del partido, cuando a los 10 minutos Mario Pineida fue expulsado, dejando a los toreros con 10 jugadores y generando un dolor de cabeza para el técnico Segundo Castillo.

La expulsión tempranera pareció echar por la borda todo el trabajo previo, pero Barcelona, en su año centenario, supo reponerse. Con mucho sufrimiento, pero con determinación, logró el empate que lo instaló en la siguiente fase, donde enfrentará al Corinthians de Brasil.

UN PRIMER TIEMPO DE SUFRIMIENTO

La inferioridad numérica permitió que El Nacional tomara el control del juego durante 18 minutos de asedio. Fidel Martínez y Ángel Ledesma generaron peligro, pero las intervenciones del arquero José Contreras evitaron la caída del arco amarillo.

La defensa de Barcelona mostró falencias, aunque la falta de efectividad de los atacantes militares evitó un marcador adverso. En la primera media hora, El Nacional desperdició al menos tres oportunidades claras de gol.

Cuando el primer tiempo llegaba a su fin, el VAR intervino para sancionar un penal a favor de los rojos por una falta sobre Bryan Carabalí. Octavio Rivero asumió la responsabilidad, pero el arquero Cabezas atajó el disparo, aumentando el dramatismo del encuentro. Sin embargo, minutos después, una mano de Carabalí dentro del área le permitió a Ledesma marcar de penal el 1-0, desatando la tensión en el equipo amarillo.

EL GOL DE LA CLASIFICACIÓN

Cuando el nerviosismo se apoderaba del Monumental, a los 68 minutos Janner Corozo habilitó a Rivero, quien con frialdad definió cruzado para decretar el 1-1 y sellar la clasificación de Barcelona. El uruguayo, que había fallado un penal minutos antes, se reivindicó y celebró con un gesto especial: colocándose el balón bajo la camiseta, anunciando la llegada de su próximo hijo.

PÚBLICO DISCRETO EN EL MONUMENTAL

A pesar de la importancia del partido, el estadio Monumental no lució su mejor entrada. Se esperaban gradas repletas, pero hubo numerosos espacios vacíos. Las razones podrían estar en tres factores: el partido se jugó a mitad de semana, no era fecha de quincena y muchos aficionados prefirieron ahorrar para el próximo feriado de carnaval.

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