La historia de la Tricolor está llena de eventos que han trascendido con el tiempo. Un futbolista que formó parte de uno de ellos fue Alfonso Obregón, quien integró el equipo que clasificó por primera vez a un Mundial, el de Corea y Japón 2002.

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El otrora volante central y figura con la camiseta de Liga de Quito habló para EXTRA sobre la actualidad de la Tri, las proyecciones del equipo dirigido por Sebastián Beccacece, sus experiencias en el balompié profesional y su actual etapa como formador en su natal Portoviejo.

Alfonso emitió su criterio acerca del técnico de Ecuador, que ha dirigido tan solo dos partidos por las eliminatorias mundialistas. “Quisiéramos tener un cambio radical, pero hay que entender que muchas veces es un poco difícil hacerlo tan rápido. Ellos (el cuerpo técnico) intentarán sostener la idea que quieren plasmar partido a partido”, reflexionó el exfutbolista, quien además cree que la fortaleza del combinado tricolor es la defensa y que “aún falta” en el sector ofensivo.

Por esta razón, el Flaco aseguró que “Gonzalo Plata es uno de los mejores” y avala su presencia en la nómina para los partidos ante Paraguay y Uruguay. Asimismo, mencionó “la necesidad de un extremo y un delantero” y que “no alcanza solo con Enner Valencia”.

Comparte la idea de incluir a Leonardo Campana dentro del equipo. “Es un gran jugador y no sé por qué no se le daba el espacio; se lo merece”. Sin embargo, lamenta la ausencia del atacante Miguel Parrales, de Orense, “que está haciendo bien las cosas” y que, debido a su cantidad de goles, “hoy era el momento” para considerarlo también.

Sobre las modificaciones que podría realizar Beccacece ante Paraguay, Obregón cree que “su sistema no lo va a cambiar, pero sí debería incluir jugadores que están teniendo buen nivel”. “Personalmente, quisiera que jueguen con línea de tres, pero con carrileros que vayan y vengan, tipo Ulises de la Cruz, y que se sumen al ataque”, dijo.

Al ser consultado sobre las precauciones que debe tener Ecuador ante la Albirroja, contestó que “no va a ser un rival fácil porque viene ganando (1-0 a Brasil), motivado y con un buen entrenador (Gustavo Alfaro). Con ese envión anímico, va a tratar de rescatar un punto y no podemos dejarlos, porque si bien estamos en zona de clasificación, lo que nos dará el cupo son los partidos ganados en casa”.

Al ser un conocedor del puesto y haber consolidado su carrera como mediocampista en Espoli, Delfín y Liga de Quito, el Flaco dio su opinión sobre Moisés Caicedo, quien recientemente fue nombrado como el mejor volante central sub-23 por el Centro Internacional de Estudios del Deporte.

“Él juega con ambas piernas, tiene un despliegue físico increíble, tiene llegada y pegada. Es un jugador muy completo. ¿Quién no quisiera tenerlo en un equipo? No solo es un 5, también es un 8 o un 10; mete pases entre líneas. Moisés está jugando en las grandes ligas, donde hay muchas transiciones rápidas, y eso lo aprendió muy bien”, precisó.

El momento por el que transcurre el joven futbolista Kendry Páez no fue obviado por Obregón, quien aseguró que “él debió haber sido convocado a la selección de su categoría (sub-17)”, que tuvo que “quemar etapas” y, en medio de eso, “transmitirles a los demás chicos ese positivismo que se lo está ganando a corta edad”.

No está de acuerdo con que se haya saltado procesos en su crecimiento, pese a que “es indudable que es un jugadorazo, pero tiene que asentar los pies sobre la tierra” y que el próximo año “no se la van a perdonar” cuando llegue a Chelsea. “Debieron ponerlo de a poquito porque hoy la está pagando. Él tiene que mejorar hasta en su forma de divertirse, ya que el día de mañana le van a caer por ese tipo de situaciones”, expresó.

El pasado en la selección de Alfonso data de 1995. No obstante, su máximo recuerdo con la Tricolor fue haber clasificado por primera vez a una cita mundialista, en un momento distinto, pero que hizo historia.

Al ser cuestionado sobre las principales diferencias entre aquella Tricolor y la actual, el exvolante dijo que “en nuestra época eran pocos los que jugaban fuera y éramos más los que estábamos adaptados a la altura de Quito. Teníamos mucha hambre y sed de poder clasificar por primera vez. El Atahualpa era nuestro verdadero fortín; el equipo que iba a esa cancha ‘marchaba’”.

El portovejense resaltó que “lo de ahora es impresionante, los futbolistas que tenemos en el exterior. Tenemos unas balas, grandes jugadores que nos invitan a soñar”, pero remarcó que “hace falta un delantero”, lo que ellos sí tenían con Agustín Delgado y Jaime Iván Kaviedes.

Ese equipo fue conducido por el entrenador colombiano Hernán Darío Gómez, a quien el Flaco le tiene un gran respeto y admiración. “A nivel de grupo era un espectáculo. Es uno de los mejores técnicos que he tenido; motivador y un trabajador a carta cabal. Nosotros nos adaptamos a la perfección a ese módulo táctico del 4-4-2. Cada movimiento ya lo sabíamos; teníamos un equipo muy compacto en todas las líneas, pero no teníamos esos jugadores rápidos que hay ahora”.

El manabita contó que decidió retornar a su ciudad natal una vez que culminó su carrera en el fútbol, en Liga de Quito, pese a tener propuestas de quedarse en la capital. Reveló que, tras 18 años jugando de manera profesional, y aunque le encanta la Sierra, su tierra, la familia y la comida, le pudo más.

Se enfoca ahora en su nuevo rol profesional. Transmite su experiencia como director técnico de las inferiores de la Federación Deportiva de Manabí, cargo que ha desempeñado durante 12 años. Su misión es “formar a los chicos para que puedan estar en las grandes ligas y cumplir sus sueños, pues muchas veces se frustran porque es difícil llegar”.

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