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Buena Vida
Ni el virus detiene al Cristo Pobre
La efigie, en la cual se ve a un Jesús sentado, se venera desde hace siete décadas. Le tienen mucha fe por los milagros que ha obrado
En los barrios El Laurel, San Juanillo, Palotine Bajo, del cantón Quilanga, provincia de Loja, se inició el tradicional recorrido de fe con la imagen de su patrono y protector, Cristo Pobre.
El padre Germán Yaguana, párroco del santuario de Cristo Pobre, dice que este año la sagrada imagen peregrina recorrerá los 41 barrios de esta localidad. Las eucaristías se transmiten por redes sociales.
Así, los quilanguences reciben la bendición a través de la representación que llegó hace siete décadas, cuando su localidad era parroquia.
DESDE PERÚ
La pequeña imagen de Cristo, explica el religioso, es similar a una efigie que un devoto vio en un templo peruano en 1950. Fue Segundo Calva, quien estuvo en una localidad del vecino país y conoció al Cristo Pobre.
Al regresar a Anganuma, en el camino halló una estampita sucia. La imagen de aquella impresión era idéntica a la efigie que había visto en la iglesia. Entonces, el creyente mandó a tallar un busto en Cuenca. El 21 de junio de ese año el hombre llevó la escultura que fue colocada en la capilla del barrio.
A aquella imagen se le atribuyen hechos prodigiosos. Entre ellos, el de un enfermo con cáncer en el estómago, quien llegó desde Cariamanga, bebió del agua bendita que estaba en los pies de la efigie y por su fe logró sanación.
También registran lo sucedido a un devoto cuencano que arribó a Quilanga con una hija que presentaba erupciones en su piel. A la menor de edad le pasaron un paño que antes habían adherido a la imagen. De regreso a Cuenca, los granos que ella tenía desaparecieron.
Así se cuentan algunos otros hechos milagrosos que con el paso del tiempo atrajeron a centenares de devotos que llegaban en romería a este punto lojano.
Transcurrieron 25 años y el sacerdote Manuel Maldonado dispuso que aquella imagen venerada por una multitud sea trasladada a la iglesia principal de Quilanga, centenario templo que también se convirtió en el sitio de concentración de los creyentes, en cada noviembre.
REINICIARON OBRAS EN TEMPLO PATRIMONIAL
Un grupo de obreros volvió a trabajar en la reconstrucción del templo donde se venera al Cristo Pobre, el cual fue declarado santuario en noviembre de 1995, cuando fue obispo de Loja el extinto monseñor Hugolino Cerasuolo.
En 2012 aquella edificación fue registrada como un bien patrimonial por tener más de un siglo edificada. Sus orígenes datan de la época colonial, de 1880, según documenta una monografía universitaria.
El paso del tiempo y fenómenos naturales deterioraron el emblemático templo y en 2018 la Secretaría de Gestión de Riesgo dispuso el cierre porque en cualquier momento podía colapsar.
Con mingas apoyadas por habitantes de Quilanga y el Municipio inició la construcción.
El concejal Ángel Marín dijo que en 2018, Patrimonio Cultural les dio el permiso y que fue “un reto grande construir la iglesia de nuevo”, que debería quedar igual como la original con la fachada tipo colonial.
La crisis sanitaria detuvo los trabajos, que llevan aproximadamente dos años y medio, pero ya los retomaron. El templo está avanzado en un 80 % y se prevé terminarlo en febrero del próximo año. (FIR)