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Desde romper con su pareja, ser víctima de bullying u otro problema, suelen ser los motivos que pueden llevar a un muchacho a cortarsePixabay

¡A estar 'mosca' con los chicos que se cortan para olvidar el dolor emocional!

Por lo general ocultan las heridas con pulseras y abrigos. Hay ciertas conductas que pueden revelar si tu hijo lo hace. Los expertos te explican más

“Mis ‘viejos’ (padres) no me entienden”. “Me ‘pitié’ con mi ‘pelada’”. “Me hacen bullying o ciberbullying”. Estos u otros motivos son los que confiesan jóvenes, quienes con estas frases buscan justificar sus cortes o autolesiones. La Mental Health Foundation de Reino Unido afirma que en niños también se da esta conducta.

Al parecer estamos ante una generación que quiere reemplazar el dolor emocional por el físico, como respuesta a una sociedad que exige ciertos cánones, a la falta de comunicación familiar, o a la enorme presión escolar, sostiene la psicóloga Francisca Delgado, quien afirma que ellos aplican violencia contra su cuerpo, a través de cortes en un área susceptible de cubrir (abrigos y pulseras). Un vidrio, cuchillo, navaja de afeitar o de un sacapuntas, todo sirve.

En Guayaquil sucede, pero no hay estadísticas. No es posible saber su evolución en los últimos años. Pero es evidente que el problema existe, independientemente del estrato social del chico, sostiene Delgado.

“Hace unos seis años hice un estudio en cinco planteles de Guayaquil y Samborondón, de diversas clases sociales. En uno contaban con 500 alumnos y uno de ellos practicaba el cutting en sus brazos. En otro plantel, con 450 estudiantes, uno de sus chicos se cortaba. En el tercer colegio (el público), de 1.800 estudiantes solo 16 casos se registraron. 

En el cuarto, con 1.200 jóvenes, dos casos fueron reportados. Y el quinto, de 1.000 alumnos, tres casos”, resume la experta, quien sostiene que las cifras no son altas, pero son un alerta, pues de no ser tratadas estas conductas a tiempo por profesionales de salud mental, irán tejiendo una generación inestable, incapaz de mantener trabajo o relaciones sentimentales saludables, inconstante en sus proyectos.

Expertos consideran que el género femenino sería el que más se corta, por ser más emocional.Pixabay

El cutting es una de las muchas autolesiones que se hace el adolescente, explica la doctora Martha Arellano, quien también menciona al jalón de cabello, de cejas y pestañas, arañazos, golpes, mordeduras, quemaduras a la piel o incluso arrancarse las uñas.

El perfil del muchacho

- Carencia de valores y reglas, tanto en la familia como en el colegio.

- Esconde una experiencia de abuso psicológico, físico, sexual y se muestra depresivo.

- Se alivia al principio, pero luego siente culpa y vergüenza.

- Reincide. Si se cortó una vez, es probable que lo repita.

- Tiende a aislarse.

'Once' con este tipo de comportamiento

  • Ellos buscan atención: Estas heridas las hacen en áreas privadas, donde no los ven. Es como la anorexia o bulimia, algo íntimo del paciente, casi no habla de esto. Estas conductas también “caería’ en una moda, pero por imitación, por integrar un grupo, etc. Hay que estar alerta.
  • El fin no es el suicidio: La intención es solo desviar el dolor emocional y afectivo a uno físico. Pero se les puede pasar la mano y hacerse una lesión grave, incluso llevarlos a la muerte, dice Escobar, pero el suicidio no es su principal objetivo.
  • Cuestión de género: Lo hacen mujeres y varones, precisa Delgado, quien destaca que en ellas es más común, por ser más emocionales. “Al conversar con ellas, lo admiten. A ellos les cuesta aceptar por machismo, por eso justifican su lesión”.
  • No lo hacen por placer: Es una forma de evadir el dolor o frustración y, como no pueden manejarlo, acuden al dolor físico para olvidar, pero no es por placer.

La piel habla

Así lo explica la dermatóloga Blanca Almeida, quien exhorta a estar pendiente de esta psicodermatosis, pues los casos son diferentes. 

La clave es tener una buena relación con los hijos. Estar pendiente de sus emociones.Pixabay

“A mi consultorio van madres con hijos que se arrancan el cabello y ellas piensan que son hongos en la cabeza. Ese trastorno se llama tricotilomanía. Asimismo van chicas con manchas posinflamatorias o betas oscuras en los brazos, y son heridas; pero los progenitores creen que es alergia. Uno los evalúa y deriva a los expertos de la salud mental. Algunos han tenido que ser medicados. Estos cortes que no son tan profundos pueden hacer aparecer queloides (cicatrices abultadas). También pueden presentarse infecciones, ya que no hay la respectiva higiene, y basta con que uno abra la puerta y entran las bacterias”, finaliza la galena.

¿Cómo detectarlo? Cambios en el comportamiento. Algunos muestran descuido en su aspecto. Varían ciertas rutinas (no siguen hábitos). Antes no usaban pulseras, de repente usan varias o llevan ropa de manga larga (pese al calor). Se queda en su cuarto, casi no quiere comer. Pilas con su rendimiento académico.

EXTRATIPS

- Revisa si su ropa tiene manchas de sangre.

- Inspecciona su habitación. Si hay armas cortopunzantes, examínalas para detectar rastros de sangre. Busca en su maleta, billetera y rincones, pues esto es como la droga: adictiva. Una vez que lo repite es difícil de dejar, y tiene que buscar ayuda.

- Mantén cercanía con sus profesores y compañeros.

- Si tiene hermanos menores, que no lo vean, porque lo pueden imitar.

- Para prevenir este tipo de conductas establece canales de comunicación con sus hijos.

- Si tu vástago se agrede, dígale que coja un diario y cuando tenga rabia o tristeza, exprese lo que siente y que luego queme ese papel o lo rompa, así se desahogará; que escuche su música favorita o converse con alguien. Si está ansioso que golpeé un saco de box, corra o se ejercite, se mantenga ocupado, así expresará la furia de otra manera. Eso es hacer salud mental.