Los cantones Mocha y Cevallos, de la provincia de Tungurahua, comparten historias similares, desde sus orígenes hasta la época contemporánea cuando ambos fueron elevados de categoría, el 13 de mayo de 1986.

El historiador Víctor Hugo Navas cuenta que antes de la invasión de los incas, por el año 1400, los panzaleos fueron los primeros en habitar el sur de Tungurahua, territorios de los actuales cantones Mocha y Cevallos. Estos adoraban a los volcanes Chimborazo, Tungurahua y Carihuairazo, pues los consideraban dioses.

En 1486, los incas lograron afianzarse en Mocha gracias al matrimonio de Huayna Cápac con una de las hijas del cacique Punina.

Los nuevos habitantes también convirtieron esta zona en la fortaleza y centro de adoración al sol.

“En los tiempos antiguos, Mocha fue la cuna de la civilización por los rituales a los dioses e incluso, en pergaminos, ya se pronosticaba que se iba a levantar una nueva ciudad. Fue destruida por tres terremotos, pero sus pobladores la reconstruyeron”, relata Navas.

Además, el investigador resume que el nombre Mocha es derivado de la palabra Mochica “Mochoe”, cuyo significado es adoratorio.

Con la llegada de los incas y por la mezcla entre el castellano y kichwa se nombró el territorio como Mocha, ya que en el idioma indígena lo conocían como ‘Mucha’, que traducido es beso.

En 1586, Alfonso Ruiz fundó esta localidad con el nombre de Mocha y hace 35 años la designaron como cantón. Destacan en ella sus costumbres populares, sus leyendas y su fe a san Juan Bautista.

Además de su historia y tradiciones, según resalta el alcalde Danilo Ortiz, Mocha está dentro de la Reserva de Producción Faunística Chimborazo y cuenta con singulares paisajes en medio del páramo, en cuyos pajonales y vegetación anida una variedad de especies.

La agricultura, actividad que se ha mantenido de generación en generación, es una de las principales fuentes de sustento de los habitantes.

Tren impulsó a Cevallos

El otro cantón de aniversario es Cevallos, que en la antigüedad era conocido como ‘Capote Bajo’, porque la forma de sus cultivos simulaban como retazos.

Al igual que Mocha, en esta localidad la agricultura es una de las actividades tradicionales. En el sector conocido como Andignato-Pachanlica encontraron objetos arqueológicos que daban muestra de que en esta zona ejercían labores agrícolas, según expresa Navas.

Mariela Vaca, una de las habitantes de Cevallos, manifiesta que la ciudad creció alrededor del eje vial y comercial del ferrocarril.

Toda la historia de la llegada del tren y del intercambio entre Costa y Sierra está plasmada en fotografías en un museo, dentro de la estación. Existen réplicas del tren e incluso una báscula en la cual se pesaba la carga que iba en los vagones.

En 1897 el tren de carga daba movimiento al cantón y después se cambió por el tren turístico, hace unos 15 años, menciona Vaca.