Todos tenemos sueños, los recordemos o no. Estos pueden ser agradables, felices, atemorizantes, frustrantes, calmantes, aburridos, extraños o francamente incómodos. (¿Alguien más ha soñado alguna vez con estar 'viringo' frente a una multitud o besando a la chica más guapa de la 'U'?)

Cada noche podemos tener desde un sueño hasta cinco o seis, dependiendo de cuánto tiempo durmamos y cuántos ciclos de movimientos oculares rápidos (REM) atravesemos, pero es posible que solo recordemos los sueños más vívidos o los que ocurren. repetidamente.

Si alguna vez te has despertado de un sueño particularmente 'lámpara', es posible que te preguntes por qué. Desafortunadamente, pero no es sorprendente, los científicos no pueden atribuir significados particulares a cada sueño. De hecho, depende del soñador determinar qué significan sus mini películas subconscientes y somnolientas, y puedes comenzar a analizar las tuyas con la ayuda del método AERS (Análisis de Elementos Relevantes del Sueño).

Su creadora, la guayaquileña Karen Correa Vélez, coach especializada en la interpretación de sueños, comenta a EXTRA que la búsqueda para establecer una metodología que ayude a las personas en sus sueños fue ardua, ya que sus 'pininos' los dio por los 2011. Pero fue a raíz de diciembre de 2019 -mediante exploración e investigación- que su proyecto se ha perfeccionado.

"Lo de AERS lo hice por motivación personal; por un sueño que se repetía siempre: volaba por la casa y era una sensación de que podía dirigirme a cualquier lugar y también encontraba tesoros. Por eso me interesó investigar sobre estos temas y profundizar sobre los sueños", cuenta la también catedrática y periodista..

Ya estructurado el método, Correa empezó a crear posibles herramientas a través de un reporte que permite establecer una secuencia de sueños, por ejemplo, si una persona sueña lo mismo después de cinco años, pueden variar muchas cosas pero, los elementos va a ser los mismos, "solo cambiarían las características de esos elementos y la sensaciones que se producen al momento de soñar".

EL MÉTODO

Para que el método tenga validez, la persona debe contar el sueño de manera precisa, tal cual lo visibilizó cuando dormía, sin añadirle ni quitarle nada. Correa dice que cuando la persona duda de algún elemento durante esta primera etapa, se puede perder el hilo y la interpretación no puede ser la esperada. 

"Hay personas que sueñan, por ejemplo, con un cerro parecido al de Mapasingue, pero después dicen que no era ese o que se parecía. En esta primera etapa es esencial contar el sueño tal cual uno se acuerde", insta.

Ya en la segunda etapa se empieza a desmenuzar los elementos relevantes del sueño. La entendida sostiene que pueden haber muchos, pero lo más importantes son las casas (si las sientes tuyas o de otros), familia (padres, hermanos, primos), carro (si lo conduces o eres copiloto) y agua (en cualquier estado). "Estos son los temas más relevantes y a los que se les pone mayor atención. Además, los colores también son elementos universales que dicen mucho en los sueños, ya que en comunicación los colores tienen fuerza", explica.

En la tercera parte y, con ayuda del coaching, la especialista empieza a hacer las "preguntas poderosas" que revelarán datos para determinar la situación actual y futura del soñante. "Con la ayuda del coaching y mentoring se profundiza para saber la situación real de la persona y cómo ese sueño lo va a ayudar", indica.

Correa manifiesta que esta parte es clave, ya que es donde la persona comienza -ahora sí- a dar información concreta'; es decir, brinda datos importantísimos que lo llevaron a soñar eso. Aquí pueden existir, incluso, traumas del pasado. "AERS es un complemento de técnicas. Cuando son cuestiones del pasado o traumas nosotros derivamos el asunto a un especialista o un psicólogos. Nosotros solo nos enfrascamos en el presente y futuro", explica.

Para finalizar, la profesional diagnostica conforme al sueño contado, los elementos relevantes y datos obtenidos mediante el coaching. En este último reporte la persona puede o no seguir la guía práctica recomendada. 

Dice que lo recomendable es tener de dos a tres sesiones para darse cuenta del antes y después del soñante; para saber qué decisiones tomaste y qué resultados estás obteniendo sea que hayas o no seguido el consejo del reporte.

"Yo no soy vidente. Tomo nota del sueño en bruto y con elementos ya establecidos y comunicación con la persona se puede analizar para buscar un significado más completo. Creo que el sueño es un estado de reposo pero, también son las imágenes que se presentan en ese estado. Además, la RAE coloca al sueño como algo halagüeño que puede significar el deseo y aspiración", refiere.

Incluso Correa cita a Deirdre Barrett (expresidente de la Asociación Internacional para el estudio de los Sueños), de la Escuela de Medicina de Harvard, quien reveló -en el 2013- que los sueños sí pueden pronosticar el futuro y resolver problemas, ya que el estudio apunta que el 76% de los sujetos, de entre 19 y 24 años, que participaron en la investigación vieron el problema o la solución al mismo en un sueño.

"Todos soñamos y tenemos en nuestro cerebro la oportunidad de cambiar. Solo debemos tener apertura mental para desarrollar nuestras habilidades y darle paso a lo que dicen nuestros sueños, aunque es una realidad que pocos creen", finaliza.