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¿Por qué es fundamental la privacidad online? ¿Y cómo puedo mejorarla?
Los llamamientos para reforzar nuestra privacidad online no han hecho más que aumentar. ¿Por qué es tan importante y cómo la podemos proteger?
Las primeras alarmas saltaron hace ya más de una década, con el auge de redes sociales como Facebook. Estas plataformas invitaban a los usuarios a introducir toda una serie de datos personales, desde el centro escolar donde se graduaron hasta su puesto de trabajo actual, además de su número de teléfono, los contactos de sus amigos, su ubicación en tiempo real y todas las fotos que quisieran compartir con el mundo.
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Al no contar con filtros de privacidad adecuados, Facebook se convirtió en una plataforma en la que resultaba muy sencillo robar la identidad de otra persona. Los hackers podían simplemente visitar cualquier perfil, descargar sus fotos y anotar la información privada compartida allí, para duplicarla en cualquier otro lugar. Además, esta falta de barreras multiplicó los casos de acoso en la plataforma, que se vio forzada a adoptar medidas.
Ahora Facebook y otras redes sociales permiten a sus usuarios configurar hasta qué punto quieren que otros usuarios tengan acceso a su información personal. Podemos establecer quiénes pueden ver nuestras fotos, quiénes pueden escribirnos un mensaje privado y quiénes quedan al margen de los contenidos que compartimos en la plataforma. Sin embargo, el problema de la privacidad sigue estando vigente.
Las apps y webs registran una gran cantidad de información
Aunque la exposición de nuestra privacidad no sea tan escandalosa como hace unos años, sigue siendo un problema muy serio tanto en Facebook como en muchas otras plataformas webs. Es habitual que casi cualquier plataforma nos ponga delante un extenso formulario que debemos rellenar para poder completar nuestro registro en su web. Casi nos lo sabemos de memoria: nombre y apellidos, correo electrónico, número de celular, fecha de nacimiento…
Son tantas las webs que tienen nuestros datos, que a cualquier ciberatacante le resultaría fácil obtenerlos hackeando cualquiera de ellas. Y no solo eso. A veces ni siquiera les hace falta, porque continuamente se producen filtraciones que dejan expuestas en la red bases de datos masivas con todo tipo de información de sus usuarios, incluyendo contraseñas o tarjetas de débito empleadas en la plataforma.
Múltiples centros de análisis han hecho sonar la voz de alarma ante la cantidad excesiva de información que compartimos con las plataformas en las que nos registramos, pero el problema no termina aquí. Las apps también solicitan acceso a una gran cantidad de datos de nuestros dispositivos, y, entre los permisos que nos piden, destaca el acceso a los mensajes SMS, a la galería de fotos o a nuestro registro de llamadas.
Con el desembarco de la IA, el riesgo es aún mayor
Esta información compartida con aplicaciones de todo tipo supone un riesgo que a nadie le pasa por alto, pero además ahora el peligro es todavía más grave debido al auge de la
inteligencia artificial. Las fotografías publicadas en las redes sociales se están empleando para hacer ‘deepfakes’ de mujeres sin su consentimiento. Además, las propias IAs aprovechan cualquier fotografía o video de acceso público para perfeccionar sus algoritmos.
Por todo esto, es cada vez más recomendable adoptar medidas de prevención para mantener nuestros datos a salvo y en privado. Compartir de más en la red presenta más riesgos que ventajas, ¡así que toda precaución es poca!
● Mantener una buena higiene digital. Eliminar las cuentas que no usamos en internet es un gran paso para prevenir posibles filtraciones de nuestros datos o hackeos de nuestras contraseñas. Además, también debemos limitar al mínimo la información que compartimos con las plataformas digitales que seguimos usando.
● Proteger nuestra propia conexión. Usar una VPN para proteger nuestros datos gracias a funciones como el cifrado de datos o el ocultamiento de la IP es cada vez más necesario. Las VPN impiden que nuestras fotografías, videos o mensajes caigan en malas manos con un ataque de intermediario, ocultando también nuestra ubicación real.
● Limitar los permisos de las apps. Las aplicaciones que instalamos en el celular pueden solicitar permisos excesivos que comprometan nuestros datos personales. Es fundamental denegar los permisos que no se correspondan con las funciones de la app, porque pueden ser indicadores de una aplicación maliciosa.
Poniendo un poco de cuidado en lo que hacemos en la red, podemos reducir considerablemente el riesgo de sufrir una vulneración de datos, y no les daremos armas a los ciberatacantes para que lancen un ataque de ingeniería social contra nosotros. Recuérdalo, nuestra privacidad es un tesoro que depende de las decisiones que tomemos.
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