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Mayra Salazar: Fuerte operativo previo a su liberación de la cárcel en Ambato
Más de 100 uniformados y una tanqueta policial resguardaron los alrededores del centro penitenciario ante su salida
Desde las 06:30 de este viernes 14 de marzo, un fuerte contingente policial y militar rodeó la cárcel de Ambato. Más de 100 uniformados y una tanqueta de la Policía Nacional resguardaron la zona ante la inminente liberación de Mayra Salazar, exfuncionaria judicial sentenciada por delincuencia organizada en el caso Metástasis.
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El operativo de seguridad comenzó un día antes. Durante la mañana y la tarde del jueves 13 de marzo, un helicóptero sobrevoló los alrededores del centro penitenciario como parte de los protocolos preventivos. A las 09:00 del viernes, la tensión en el ambiente era evidente, pero Salazar aún no abandonaba la prisión.

El cumplimiento de su sentencia
Mayra Salazar obtuvo su libertad tras completar los pagos requeridos como parte de su condena. Durante la jornada del jueves, su defensa presentó los comprobantes bancarios que certificaban la cancelación de las multas impuestas.
Además, entregó la documentación que confirmaba el cumplimiento de otros requisitos judiciales, como la publicación de su sentencia en un medio de alcance nacional durante tres días consecutivos y la emisión de disculpas públicas.
El juez Christian Rodríguez, de la Unidad Judicial Penal de Ambato, certificó el cumplimiento de su pena durante la audiencia de ejecución de sentencia, realizada el jueves 13 de marzo a las 16:00.
Su abogado, Diego Toledo, informó que tres países han mostrado interés en otorgarle asilo en reconocimiento a la cooperación que brindó a la justicia ecuatoriana.
Durante su reclusión en la cárcel de Ambato, la exfuncionaria de la Corte Provincial del Guayas encontró refugio en la lectura y la escritura. Actualmente, trabaja en la transcripción de su testimonio sobre el caso Metástasis, en el que estuvo vinculada con el narcotraficante Leandro Norero. Su historia expone la corrupción en la Corte de Justicia del Guayas y en el entorno del asambleísta socialcristiano Pablo Muentes.
Para su defensa, el caso de Salazar marca un precedente sobre cómo la colaboración con la justicia puede traducirse en beneficios para los sentenciados. Sin embargo, su tiempo en prisión estuvo marcado por el peligro: sobrevivió a nueve atentados, todos frustrados por la seguridad estatal.
Desde noviembre de 2024, Mayra Salazar permaneció en la cárcel de Ambato, tras la reorganización penitenciaria que convirtió el centro de Cotopaxi en un recinto exclusivo para hombres y el de Ambato en una prisión para mujeres.