Este miércoles 26, el sol iba secando de a poco las calles de Sauces 6, un barrio comercial en el norte de Guayaquil. Martha Rivera, vecina y comerciante, barría y secaba la acera de su casa, aunque el sol ya hacía su ‘trabajo’. “Hay que limpiar bien, porque más tarde esto se inunda. Pasa todos los años”, decía con resignación.

(Lea también: Lluvias en Guayaquil: ¿Urdesa se está yendo a 'pique'?)

En el callejón 19B N-E de esa zona hay negocios de todo tipo. Martha, justo bajo su casa, tiene su puestito de empanadas y tortillas de verde. Pero más que las ventas, lo que le preocupa es la inundación de la zona. Según ella, el problema es culpa de los ‘cochinos’ que botan basura por todas partes.

“La gente compra algo y tira los desperdicios ahí mismo, ¡ni porque hay tachos!”, se quejó. Además, dijo que algunos vecinos sacan la basura en la noche, justo cuando llueve, y eso hace que todo se riegue por la calzada.

¿Cuánto llovió en Guayaquil ayer?

De acuerdo con el reporte del Inamhi a EXTRA, entre este martes y miércoles Guayaquil registró una precipitación equivalente a 58 litros de agua por metro cuadrado.

Miguel García, comerciante de tequeños venezolanos, pudo verificar y documentar en video la intensidad de esta lluvia que, según el alcalde Aquiles Álvarez, se extendió por “más de 24 horas constantes”.

García trabaja en una esquina a dos cuadras de donde vive Rivera, justo frente a unos baches que, según dijo, se formaron hace dos semanas por las lluvias. “Hasta ahora no he visto ningún accidente, pero en cualquier momento puede pasar. Solo queda darle gloria a Dios”, manifestó.

García constató cómo las calles quedaron convertidas en ‘ríos’, lo que hizo que perdiera las ventas de aquel día. “Antes vendía 20 bandejitas. Ahora, con esta lluvia, apenas unas 10. Incluso hay días en los que ya no puedo salir”.

En la Urdesa escasea el comercio en época de lluvias

Mientras tanto, en la Urbanización del Salado (Urdesa), la noche del 25 de febrero, Olga (quien no quiso dar su apellido) cuidaba carros en la intersección de Víctor Emilio Estrada e Ilanes. Admitió que le sorprende que este año esa zona no se haya inundado como en ocasiones anteriores. “Si se acumula un poco de agua, baja rapidito cuando la lluvia es menos intensa”.

Eso sí, aunque no hay el ‘piscinazo’ de siempre, el comercio está por los suelos. Un equipo de EXTRA pudo constatar que en el sector apenas había dos o tres negocios abiertos, porque la gente simplemente no sale.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!