El reducido grupo de simpatizantes del candidato asesinado Fernando Villavicencio que acudió a la funeraria Memorial, norte de Quito, miraba atento por las rejas de la puerta principal. La gente no deseaba perderse cualquier movimiento que se hiciera por los preparativos de las honras fúnebres.

Este 10 de agosto, el cuerpo fue ingresado al lugar para prepararlo y comenzar con el funeral que tenía previsto hacerse en la intimidad de la familia y con la presencia de amigos. No había la orden de que las puertas se abrieran para quienes siguieron a Villavicencio en su camino hacia la presidencia de Ecuador.

“Estaba viendo todo por redes sociales. Ahí me enteré que lo habían matado. Él iba a ser nuestro presidente”, decía Henry Fernández, quien acudió hasta la funeraria en compañía de sus padres.

Denunciaron trabas

Antes del traslado del cuerpo desde el anfiteatro policial, los parientes de Villavicencio denunciaron que hubo dificultades para sacarlo con celeridad porque desde la Fiscalía General del Estado (FGE) se lo habría dispuesto así, según Galo Valencia, tío materno del presidenciable.

Él junto a otros familiares arribaron al edificio policial para presionar en la entrega de los restos. Según Valencia, todo se dificultó desde que el candidato fue trasladado desde la Clínica de la Mujer, en el norte de Quito, luego de llevarlo hasta allí tras el ataque.

“Dijeron que solamente la esposa Verónica Saráuz podría sacarlo”, acotó el pariente. Sin embargo, tras esta queja, la FGE informó que la pareja de Villavicencio entregó un poder a dos personas cercanas a la víctima para que se realizaran esos trámites.

Al tiempo, la presencia de simpatizantes también fue sumamente reducida. Una de ellas era Passy Cevallos, de 62 años, profesora jubilada que siguió al presidenciable desde que anunció su candidatura.

“Es una pena lo que sucedió. Además, me salvé porque estaba por acudir, pero no pude. Me enteré por redes sociales y sigo consternada”, puntualizó la mujer que aseguró estaría con Villavicencio hasta que lo sepultaran.

Almorzó con sus hijas

Sus últimas horas de vida, Fernando Villavicencio las pasó junto con su familia. Luis Fernández, amigo del candidato, contó que luego de la entrevista que tuvo en Guayaquil, en el canal Ecuavisa, la mañana del 9 de agosto, el presidenciable retornó a Quito, donde compartió un almuerzo con sus hijas, en el norte.

Luego fue al mitin político donde lo asesinaron. Según Fernández, Villavicencio pensaba viajar a Guaranda, provincia de Bolívar, la mañana de este jueves 10 de agosto, para continuar con su campaña. Después se desplazaría a Cuenca.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!