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En el sur de Guayaquil mujer fue hallada estrangulada y en ropa interior
Familiares sospechan del hombre con el que la víctima tenía 4 años de relación sentimental. Él salió a buscar una ambulancia, pero no regresó. Durante el 2021 se han registrado 179 femicidios.
La última vez que Humberto Orrala vio con vida a la segunda de sus seis hijos, Peggi Lorena Orrala Cedeño, de 44 años, fue cuatro días antes de que supuestamente la hallaran guindada de una hamaca en la habitación del inmueble que compartía con su conviviente. Esto en callejón García Goyena y Calle 14, en el suroeste de Guayaquil.
Y aunque fue menos de una hora el tiempo que compartieron juntos, estos minutos bastaron para que Humberto se diera cuenta de que una pena embargaba a Lorenita, como llamaba cariñosamente a su hija.
“Me contó que estaba triste, que no se sentía bien porque tenía problemas con su pareja. Me dijo: ‘papi, dame la bendición’, fue la última vez que nos vimos. La tarde del sábado me llamaron para decirme que estaba muerta, que se había ahorcado, no creo que lo haya hecho, para mí la mataron y lo quisieron hacer pasar como un suicidio. Sospechamos de su pareja”, sostuvo el progenitor.
Su palpito posiblemente no está alejado de la realidad. La autopsia practicada la mañana de ayer al cadáver de Lorena reveló que la causa de su deceso se debió a una asfixia por estrangulación. “Además su cuerpo presentaban señales de violencia. El conviviente de mi hermana se llama Iter Hurtado Casillas”, indicó Rodolfo Orrala, hermano de la víctima.
El joven relató que a las 15:00 del sábado recibieron una llamada telefónica donde le indicaban que vayan de urgencia al domicilio donde vivía Lorena porque ella se había quitado la vida con una hamaca. Cuando llegaron a la vivienda su cuerpo estaba sobre la cama y en ropa interior.
“La pareja de mi hermana ya no se encontraba en la casa. Supuestamente él la bajó y la colocó en la cama y luego salió a buscar una ambulancia, fue lo que nos dijeron sus familiares. Sin embargo, no regresó a su casa y eso nos hizo sospechar que algo le había hecho a mi hermana y la autopsia lo confirmó y por ahora pedimos justicia”, manifestó el consanguíneo.
Rodolfo contó que Lorena e Iter mantenían una relación sentimental desde hace cuatro años y que ella tenía tres hijos de una relación anterior.
Ayer un equipo de este Diario se acercó al inmueble donde fue hallado el cadáver de la guayaquileña. La casa estaba cerrada. Vecinos manifestaron que desde la noche del sábado no han regresado las personas que allí habitaban.