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Por medio de los sueños húmedos los demonios sexuales se roban las energías de las personas, según experta.Teddy Cabrera

Enigmas: ¡Espectro morboso!

La historia de un hombre acosado por un demonio sexual. Estos seres se aprovecharían de las personas que tienen un alto deseo por el ‘cuerpeo’

La tranquilidad de Galileo es ‘violada’ en los momentos que está desnudo en su cuarto, al punto de que al mínimo ruido que escucha salta de la preocupación y buscar taparse. Incluso, hasta le cuesta conciliar el sueño en las noches, todo por culpa de un supuesto demonio sexual que quiere ‘alimentarse’ de sus energías.

Su casa, donde siempre ha vivido con sus padres y su hermana mayor, está ubicada en un barrio de la periferia de Tarifa, parroquia rural del cantón Samborondón, provincia del Guayas; sector que está totalmente poblado, pero por donde rara vez las personas caminan cuando el sol ya se ha ocultado. Se convierte en un lugar desolado.

Galileo asegura que desde julio de 2019 experimenta situaciones raras, que le hacen poner los ‘pelos de punta’. Siente el ambiente pesado. Leves ruidos. Y, sobre todo, sin importar la hora de la noche, que una sombra (con silueta de una persona) le espía por medio de la ventana de su habitación, la cual colinda con el patio.

Al principio él lo tomó a la ligera y se acostumbró a convivir con estos eventos. Pensaba que eran pequeños roedores que se estrellaban en el vidrio de la ventanilla o que era una vecina que lo estaba ‘ancheteando’.

Ante los reiterados hechos, en enero de 2020 decidió correr hacia la ventana para ‘pillar’ al espía, pero entre la oscuridad vio la sombra.

“Estuve buen tiempo pensando que era mi imaginación o animales los que hacían ruidos en la ventana, pero esa vez vi cómo esa sombra se desvaneció como humo. Yo me quedé asustado y desde ese momento la sombra empezó a venir con más frecuencia. Ahora, hasta se queda mirándome, pero cuando me acerco desaparece”, detalla.

Pero “la preocupación y miedo escalofriante” terminaron de abordarlo cuando empezó a desdoblarse (sensación de flotar cuando el cuerpo astral abandona el cuerpo físico). Los ‘viajes’ que realizaba antes de dormir, empezaron a convertirse en momentos de terror, debido a que susurros terroríficos interrumpen esta experiencia.

“Luego de que vi la sombra me empecé a desdoblar y aparece una voz que me llama por mi nombre, solo dice mi nombre. Lo curioso es que cuando aparece esa voz, que es de una mujer, se me hace imposible regresar a mi cuerpo y tengo sueños húmedos”, dijo y aseguró que tuvo su último gran susto el domingo pasado.

“La voz estuvo mucho tiempo y solo me repetía: ‘Ven, Galileo, y quédate’. Me desesperaba por regresar y no podía. Igual, nunca se me ha pasado por la cabeza ir hacia la voz. Solo puedo regresar cuando me concentro en otra cosa y no en los susurros”, cuenta.

La preocupación de Galileo aumenta cada día, debido a que el supuesto demonio sexual lo sigue visitando.