“Despiértate, despiértate que te están violando”. De un salto, Andrés se levantó de la cama ante los gritos desesperados de su esposa. Lo que experimentó fue más que un simple sueño húmedo, un demonio robaba sus energías.

Recuerda que disfrutaba de la “noche más placentera”, pero al abrir sus ojos se llevó una tétrica impresión más, porque una “mujer joven, hermosa, con un cuerpo escultural, con su cabello color negro y largo” estaba encima suyo, asegura.

No entendía lo que sucedía, debido a que una joven sexi apareció en la cama donde él dormía solo.

En medio de la oscuridad de la madrugada y la confusión del momento, este guayaquileño cuenta que logró ver que la supuesta dama extendió unas alas negras en su espalda, levitó y desapareció atravesando las paredes de su casa ubicada cerca del parque Forestal, en el sur porteño.

Esto le ocurrió a Andrés en noviembre de 2018, cuando tenía 33 años. Esa noche discutió con su pareja, por eso decidió descansar en la habitación que es para las visitas, en el mismo cuarto donde anteriormente también tuvo estos sueños mojados intensos, detalla.

“Eran como las tres de la mañana. Mi esposa me contó que se levantó para ir al baño y vio que una mujer desnuda estaba encima de mí. Ella se asustó porque también le vio las alas. Yo no entendía nada, solo sabía que antes de despertar tenía un sueño placentero que nunca había tenido”.

Estas fantasías sexuales las tuvo tras empezar a tener problemas de pareja con su esposa, desde inicios de 2018. Pero notó que estas experiencias las tenía casi a diario, se levantaba cansado y con su ropa interior manchada con grandes cantidades de semen.

“Todos los sueños eran iguales. Una mujer espectacular entraba a mi cuarto, me seducía y teníamos relaciones, pero era una sensación que nunca había tenido. Ya cuando me despertaba estaba manchado como si hubiera eyaculado varias veces y no tenía fuerzas ni ánimos de levantarme”.

Se roban el semen

La especialista en hechos paranormales, Rafaela Álvarez, explica que se trata de un demonio sexual, que se aprovechan de las personas con un alto deseo carnal, sobre todo de la gente que permanece en abstinencia, para robarles los espermatozoides a los hombres y los óvulos a las mujeres.

Las personas no perciben cuando están siendo poseídas por estos seres, indica Álvarez, y lo confunden con la parálisis del sueño. Sin embargo, lo pueden identificar por medio de estos tres síntomas: constantes sueños húmedos, cansancio extremo y eyacular en varias ocasiones.

Además, destaca que los supuestos espectros no son amigables, puesto que buscan que el poseído llegue a la muerte para apoderarse de su alma.

“Las personas no se dan cuenta que están siendo poseídas por un demonio sexual porque te hacen sentir algo placentero. Con esto ellos te llevan al cansancio extremo, hasta que falleces por un paro cardíaco. En estas condiciones lo mejor es dormir acompañado, así el espectro no busca robar tu energía”.