Juan trabaja en la calle Julio Ramos en La Bota, norte de Quito, y atestiguó una violenta persecución policial. “Un carro azul vino a toda velocidad y se chocó con una camioneta. En ese momento salió corriendo una chica del carro impactado y le pregunté si necesitaba ayuda”, relató este ciudadano extranjero sobre un secuestro y robo ocurrido el 30 de enero y que dejó a un muerto.

Esa fecha, un taxista que trabaja con una aplicación recogió a dos mujeres y a un hombre en la calle Teresa Iza, en La Bota. “El tipo me tomó del cuello y me obligó a ir a la parte trasera de mi auto, de marca Renault. Luego aparecieron otros tres sujetos más pero como no alcanzaron en el carro, las dos mujeres se bajaron”, relató la víctima del secuestro.

Luego de eso condujeron hasta un sector conocido como La Hormigonera mientras amarraban las manos a la víctima y le cubrían el rostro.

Ya en el sitio, los delincuentes quisieron arrojarlo a la quebrada pero el taxista se resistió y lo golpearon para luego abandonarlo. Un motociclista pasó por el lugar y ayudó al conductor, quien llamó a su suegra para que bloquearan al vehículo.

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Miembros de R7 llegaron a Quito

Mientras eso ocurría, miembros de las unidades del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) y eje preventivo patrullaban la zona cuando fueron alertados de un robo en proceso. “Un testigo manifestó que vio la sustracción de un vehículo por lo que los equipos se organizaron y persiguieron a los criminales que iban en un Renault gris”, relató Diego Velasteguí, comandante del Distrito de Policía La Delicia.

Cuando un grupo de agentes iba por la calle Julio Ramos vio al vehículo robado estacionado a un lado de la vía, cerca de una cancha de fútbol. En ese momento se bajaron dos sujetos y se fueron corriendo, lo que motivó que los policías iniciaran una persecución.

Durante la fuga, un presunto delincuente sacó un arma y disparó una vez, según el parte policial. Al instante, el agente que lo seguía repelió el ataque con dos tiros, hiriendo al sujeto que fue identificado como Cristhofer David Velásquez Franco, de 23 años.

De inmediato apareció un carro azul, marca Kía, se detuvo para llevarse al sospechoso herido. Los delincuentes recorrieron hacia el norte por la calle Ramos, pero cerca de salir de La Bota, otro grupo de uniformados los interceptó, haciendo que se chocaron contra una camioneta. “Yo quise ayudarlas (a las dos mujeres) y la gente gritó que las detuviera porque son rateras”, comentó Juan.

Los uniformados acorralaron a las chicas, ambas de 17 años, además de dos sujetos que fueron identificados como Luis Darío Vera Benítez (23) y Johan Sebastián Lara Lastra (18). Al interior del automotor quedó el cadáver de Velásquez Franco, quien tenía antecedentes penales por robo, receptación de cosas robadas y tráfico de drogas.

Según el oficial Velasteguí, los individuos forman parte de la banda criminal R7 y llegaron de Santo Domingo de los Tsáchilas. “Últimamente, en nuestro sector, se han registrado robo de accesorios y de vehículos, por lo que presumimos que estos tipos estarían implicados”.

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