El pánico y la indignación se apoderaron de los residentes de Mangahuantag, localidad ubicada en la parroquia Puembo, en el oriente de Quito, luego del atroz crimen de un joven de 22 años en lo que sería un intento de robo.

El hecho se registró a eso de las 21:00 de este 25 de febrero en las calles Teófilo Elías y Urcesino Baquero cuando la víctima, identificada como Joel Enríquez, esperaba un bus junto con una chica. “Yo estaba en mi casa cuando escuché dos tiros. La verdad, me sorprendió y pensaba que eran juegos pirotécnicos”, dijo Carmen Mosquera, moradora de Mangahuantag.

La mujer se asomó por la ventana y se percató de que una joven pedía ayuda mientras el muchacho yacía tendido en la calzada. Rápidamente los vecinos llamaron al número de emergencias y pidieron presencia policial. “La víctima todavía respiraba antes de que llegaran los paramédicos”, comentó Mosquera, quien observó una herida en el pecho de Enríquez.

Las hipótesis del crimen en Mangahuantag, Puembo

Un equipo de paramédicos del Cuerpo de Bomberos llegó al punto, pero solamente verificó el deceso del joven. A simple vista, los agentes confirmaron que la víctima tenía una lesión mortal en el costado izquierdo del pecho. Además de lesiones en su rostro, presumiblemente por la caída en el piso.

“El muchacho no era de aquí de Mangahuantag. Tenemos entendido que vivía en Puembo”, comentó Raquel Chuquimarca, presidenta del sector.

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Romel Rodríguez, jefe de operaciones subrogante del distrito Tumbaco, indicó que el ataque fue perpetrado por un sujeto que probablemente se movilizaba a pie y vestía ropa oscura.

Según el oficial, se manejan dos hipótesis: un intento de robo o un sicariato, ya que a la víctima no se le llevaron sus pertenencias. En los registros de la Judicatura, la víctima no tenía antecedentes penales. El cuerpo fue trasladado a la morgue de la Policía y ayer, poco antes del mediodía, su familia lo retiró.

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