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La motocicleta en la que se movilizaba el guardia fue localizada.Evelyn Centeno

¡Confesión de muerte!

Un colombiano habría relatado que mató, mutiló a un hombre y lo arrojó a un río. Policía trata de dar con un celador desaparecido el 3 de mayo de 2020

Un examen de ADN (ácido desoxirribonucleico) determinará si es cierta la confesión del colombiano Liden Yela sobre su autoría del supuesto asesinato de José Vélez, guardia de seguridad, quien está desaparecido desde el 3 de mayo de 2020, en el recinto San Miguel de Lelia, de la parroquia Alluriquín, en Santo Domingo de los Tsáchilas.

El extranjero, detenido el sábado 15 de agosto de 2020 , habría detallado a la Policía que él acabó con la vida de Vélez, de 34 años y que, en primera instancia, ocultó su cadáver en una finca del recinto y que luego de algunos días regresó para mutilar su cuerpo, meter las partes en dos sacos de yute y arrojarlas al río Lelia.

Tras su relato, el hombre acudió con los agentes al lugar donde supuestamente cometió el hecho de sangre. En el sitio los policías especializados hallaron una pieza dental, que es la que se coteja para verificar si el ADN (información genética) concuerda con el desaparecido.

Roberto Padilla, comandante encargado de Policía en Santo Domingo de los Tsáchilas, detalló que existen algunas incongruencias en el relato del sospechoso y que como aún no se ha hallado un cadáver, no pueden dar por ciertos los hechos confesados.

“Hay que constatar lo que dice porque hay incongruencias... hay que hacer algunos exámenes para ver si es que es el señor... (Vélez) sigue desaparecido porque no le hemos encontrado”, enfatizó.

El comandante encargado agregó que si la confesión es real, ya no se estaría hablando de desaparición, sino de asesinato, pero que aún no hay cadáver.

“Si le ha botado al río, como dice, debía haber aparecido ya en alguna parte porque es desde mayo y no tenemos ninguna información de haber encontrado un cuerpo en alguna parte de los ríos del Ecuador”, indicó el oficial.

Además añadió que agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas (Dinased) indagan todos los indicios.

La supuesta víctima laboraba como guardia de seguridad en la represa Toachi Pilatón, ubicada en el mismo sector. El día de su desaparición, al parecer, Vélez salió de su trabajo tras cumplir un turno de 24 horas, según los informes policiales.

Cámaras de videovigilancia lo captaron cuando habría ingresado en su motocicleta color azul, placa IG289D, a comprar víveres en una propiedad de la zona, pero no salió por ese camino.

Guardia habría abusado de una hija

La policía obtuvo información de que Yela pudo desaparecer a Vélez en mayo pasado. Días antes habría acusado al guardia de, presuntamente, abusar sexualmente de una de sus hijas, de 16 años.

A Yela le encontraron un revólver, calibre 32 con tres balas sin percutir, en su poder.

El detenido también habría informado del lugar exacto de donde estaba la motocicleta del desaparecido, en la que se movilizaba, antes de perderse del ‘mapa’. Dicho vehículo fue localizado. (EC)