“Torta de fruta de pan, oiga”, la popular frase de Carlos Madrajón Pérez ya no volverá a escucharse por las calles de la parroquia La Unión del cantón Babahoyo, Los Ríos. El popular comerciante de 78 años, fue brutalmente asesinado la mañana del domingo al interior de su domicilio, pero su cuerpo fue encontrado en horas de la tarde cuando un pariente llegó a buscarlo.

La noticia estremeció a los allegados del fallecido, quienes hasta ese momento desconocían que el autor del crimen sería un miembro de la misma familia. El cuerpo del comerciante conocido como Don Güere, fue hallado en el baño del inmueble, pero en la sala había varias señales del forcejeo que tuvo con su victimario.

Armando Bajaña, pariente de la esposa del difunto, relató a la policía que a eso de las 14:00 se acercó a la casa de Carlos para invitarlo al almuerzo, pero se percató que las dos puertas de ingreso estaban semi abiertas. Al ingresar a la vivienda vio unas sillas quebradas y cuando se dirigió al baño, encontró a Carlos ya sin vida con varias heridas en la cabeza.

El hombre alertó a los demás familiares y al poco tiempo llegó la policía. Los agentes de la Dinased empezaron a indagar hasta llegar al domicilio del hijastro del difunto, identificado como Luis Ruíz Muñoz, de 35 años.

Al principio el sospechoso intentó desviar la atención de los investigadores, indicando que había visto a dos sujetos llegar en moto hasta la casa de su padrastro, pero la policía no le creyó. Cuando los agentes realizaron un registro en su casa, descubrieron unas prendas manchadas de sangre y fue entonces que confesó el crimen.

Según la información policial, Luis aceptó haber agredido a su padrastro con una varilla de hierro y luego deshacerse del arma homicida, lanzadora a una zanja que está ubicada cerca de su casa. Todo esto ocurrió mientras Carlos se encontraba solo debido a que su esposa está internada en una casa de salud y ayer iba a ser intervenida quirúrgicamente.

El móvil del ataque aún es investigado por los agentes pero extraoficialmente se conoció que sería por un resentimiento antiguo, debido a que supuestamente Luis habría sido testigo de las agresiones físicas de su padrastro hacia su progenitora. La policía realizó la aprehensión del sospechoso y el personal de Criminalística levantó la ropa y el arma homicida, que lo ubican en la escena del crimen.

En la parroquia La Unión muchos lamentan el triste final de Carlos, quien era conocido por la comercialización de tortas de fruta de pan y humitas. Sus clientes incluso llegaban a buscarlo a su domicilio situado al ingreso de la parroquia.

El domingo 6 de febrero, los restos de Don Güere fueron velados en el mismo sector donde habitaba, mientras que su conviviente seguía hospitalizada sin saber nada de lo ocurrido. La fémina lleva ocho días internada por una operación de corazón abierto y sus hijos no saben cómo darle la triste noticia.