Exclusivo
Actualidad

Familiares del agente esperaban ansiosos afuera del hospital.RENE FRAGA

Agente penitenciario atacado en un edificio del SNAI, lucha por su vida

Danilo Caicedo recibió un balazo en la cabeza mientras cumplía con labores administrativas. Sus familiares dicen que el disparo no era para él, sino para un PPL.

Afuera del hospital Eugenio Espejo, en el centro de Quito, los familiares de Danilo Caicedo, de 54 años, oran para que sobreviva. A él lo balearon dentro de un edificio del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI).

Ocurrió a las 14:30 del miércoles, cuando cumplía con sus labores de verificación de firmas de los reos con régimen de prelibertad, en las oficinas ubicadas en la avenida 12 de Octubre y calle Wilson.

NO ERA PARA ÉL

En el sitio se hallaron cinco indicios balísticos, según Carlos Rubio, comandante del Circuito La Mariscal. “Se maneja la hipótesis de que el atentado iba en contra de un ciudadano con prelibertad”, añadió.

Uno de los impactos llegó al guía penitenciario que estaba cerca de un privado de libertad.

Freddy López, primo de Caicedo, contó a EXTRA que esa información sería cierta, puesto que el agente no tenía problemas y tampoco había recibido amenazas.

“Era contra él (el PPL) y le había cogido a mi primo como escudo humano. Por eso le llega el tiro en la parte de atrás de la cabeza”, explicó.

Padre y abuelo

Talita Caicedo, una de las hijas del agente, estaba afuera del área de emergencias. Esperaba ansiosa por los resultados de la operación que le realizaban ayer. “Yo creo en Dios y espero que a través de los médicos lo salven”, dijo llorando.

La última vez que habló con su padre fue a las 13:43 del miércoles, pocos minutos antes del atentado. En la llamada, su progenitor le había pedido que “cuidara de su bebé”. “Mi hijo era la adoración de mi papá y siempre estaba muy pendiente”, relató.

La operación en la que tendrían que sacarle la bala alojada en la cabeza de Caicedo tomaba al menos tres horas. La esposa y dos hijos más de la víctima lo acompañaban.

Llegaron más tíos y primos para confortar a Talita. “Si no sobrevive sería un golpe muy duro para la familia”, agregó López.

Talita relató que siempre fue un padre ejemplar y, desde que nació su hijo, un gran abuelo. Además, estaba a pocos meses de jubilarse.

Sigue luchando

Los parientes rechazaron las informaciones que circularon en redes sociales donde se decía que ya había fallecido.

“Nos preocupó mucho. Incluso a la esposa (de Caicedo) le dijeron eso. Imagine cómo la afectó”, explicó López.

Contó, además, que su primo estuvo consciente todo el tiempo. “Llegó despierto al hospital. Preguntaba por qué lo estaban llevando”, comentó.

Hasta el cierre de esta edición, todavía no se conocían los resultados de la operación. Tampoco si algún sospechoso del crimen había sido detenido.

“Los compañeros de mi primo han venido a ver cómo está, pero ninguna autoridad”, agregó López.