"Los que conocen mi pasado creerían que mi presente es imposible, por todo lo difícil que fue”. Nacido en la pobreza del Pacífico colombiano, en Buenaventura, Willy García resume en esa frase todo lo que le debe a la vida. Todo lo que le debe a la salsa. 

Y es que, a sus 53 años, el exintegrante de agrupaciones salseras de primer nivel como La Suprema Corte y el Grupo Niche, mira para atrás, a su pasado, solo para recordar que “la salsa me salvó la vida”.

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En plena celebración de sus 30 años en la música, el cantante de éxitos como 'Escombros' y 'La magia de tus besos', repasa su niñez con EXTRA. Cuenta que “venía de una familia con muchas carencias”, que creció en una casita de madera y que su abuelita “se encargaba de reunirnos y ponernos a cantar, y decía que teníamos que creer lo que estábamos haciendo”.

Por eso, dice, “me atreví a creer y me atreví a soñar, porque la música, aparte de que me hace sentir vivo, me salvó la vida; porque creyendo en eso nunca tuve opción de aquello que enfrentan los chicos en los barrios populares que te absorbe: la violencia, las bandas o las drogas”.

Hoy en día, por eso mismo, más allá de seguir vigente en la música, Willy García lleva adelante un programa de ayuda social que favorece a unos 200 niños y jóvenes, hombres y mujeres, a quienes brinda asistencia a través de su fundación ‘Yo tengo fe’, que por esas cosas de la vida se asienta en el mismo lugar donde él vivía con su familia en una casita de madera. 

“Yo le pedí a mi mamá que me diera el terreno para construir ahí el centro de ayuda. Allí les enseñamos música, unos bailan, otros cantan o también están los que tocan instrumentos. Pero algo que los reúne a todos son las ganas de aprender y eso nos llena de orgullo”, dice con alegría Willy.

Pero la asistencia que brinda a los chicos no es solo como una distracción. Su mensaje es claro: “Con esto, quiero decirles que, viniendo de abajo, sí se puede”, asegura al recordar su historia, aquella del chico a la que su abuelita y su mamá le enseñaron a creer que sí se podía salir, a creer en sí mismo.

Ya en la parte artística, Willy García señala que en su familia no hay antecedentes musicales, más allá de su abuelita “que cantaba muy lindo”, pero no lo hacía de manera profesional. “Yo vengo del Pacífico, en donde nuestra música típica es el currulao. Pero por ser un puerto, siempre los géneros extranjeros entraban fuerte, entonces la salsa fue uno de esos que llegó y me atrapó”.

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Aunque el salsero también recuerda, entre risas, que pasó por otras etapas, “como cuando me creía Michael Jackson, y bailaba como Michael Jackson y buscaba ver sus videos donde me sentía feliz. Incluso cuando tenía pelo (hoy 'vacila' su calva) me eché algo en el cabello para tener el cabello como Michael Jackson”.

De ahí en más, su amor musical ha sido con la salsa. Arrancó con la Suprema Corte, de la cual fue uno de sus fundadores. Fue la voz original de ‘Escombros’, ‘Quiero quedarme en ti’, ‘Dime quien’ y otros éxitos; compositor y cantante de temas como ‘Por qué fallaste’.

Unos cinco años después pasó a ser parte del Grupo Niche. “La primera canción que grabé fue ‘Gotas de lluvia’, uno de los clásicos mundiales”, recuerda. En ese mismo albúm constaba la canción 'Lo bonito y lo feo' , que también fue un gran éxito.

A la entrada al Grupo Niche, recuerda Willy García, "me convertí para Jairo Varela, el director (ya fallecido), como un nuevo líder de la agrupación; él depositó en mí mucha confianza yme dio la oportunidad de liderar su gupo".

La historia con esta agrupación duró casi 10 años de puros éxitos, como ‘Busca por dentro’, ‘Sin sentimiento’ y ‘A prueba de fuego’, hasta que en 2002 inició su propio proyecto, Son de Cali, con Javier Vásquez, ex cantante de Grupo Niche.

Hoy, Willy García celebra sus 30 años con su gente y asegura que a Ecuador le tiene un cariño especial. “Un país que conoce mi historia, conoce mi música, mis canciones, un país al que le debo mucho en este crecimiento”, sentencia con firmeza.

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