El levantamiento de pesas ha marcado la vida de la familia Palacios Dajomes, siempre. De la misma cuna de la campeona olímpica Neisi Dajomes salió su hermana menor, Angie, quien le siguió los pasos en el deporte y juntas trasnitaron la formación desde la etapa prejuvenil, hasta estar entre las mejores del mundo.

Hija de colombianos desplazados por el conflicto armado en el vecino país, nació el 12 de septiembre de 2000 en Shell, Pastaza, donde creció junto a sus padres y cinco hermanos. Una familia extensa que sufrió muchos cambios a los que los menores debieron adaptarse; desde temporadas con los hermanos divididos para vivir con papá o mamá, hasta una estancia de dos años en una casa hogar en Alausí, en donde fueron acogidas Neisi, Angie y su hermana mayor.

En ese contexto, el deporte siempre fue una alternativa para ella y, aunque empezó entrenando atletismo, luego decidió seguir los pasos de sus hermanos, pues Neisi ya había empezado en las pesas inspirada por su hermano Javier, quien más tarde no lograría verlas triunfar al fallecer en un accidente acuático a causa de su epilepsia.

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Pero fue él quien primero compitió en levantamiento de pesas y acercó a sus hermanas para que el entrenador Walter Llerena y Mayra Hoyos, encargados de la época de este deporte en la provincia, identificaran el talento de las chicas, a quienes llevaron a la residencia deportiva para proyectarlas al alto rendimiento.

Los triunfos a nivel nacional para Angie no tardaron, ya a nivel internacional empezó a destacar en 2015, cuando se consagró campeona mundial en la categoría prejuvenil, repitiendo ese título al año siguiente. Luego no dejó de ser medallista en la mayoría de eventos mundiales, logrando llegar a sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020+1 donde fue diploma al ubicarse sexta. Hoy ya es historia.

Actualmente Angie estudia becada en una universidad privada. Se decidió por la comunicación social, pues algún día espera ejercer como periodista. Además de prepararse constantemente en el idioma inglés y en otras materias que requiere para su perfil como deportista.

De ese modo, sus días transcurren entre entrenamientos a doble jornada y los estudios universitarios, y en los últimos meses también ha abierto espacio para una relación amorosa, pues conoció al exfutbolista y hoy cantante Bryan de Jesús, con quien mantiene un noviazgo al que suele dedicar el poco tiempo libre que le queda en medio de su preparación deportiva.

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